Solsona transpira baloncesto en cada rincón de este municipio de Lleida de apenas diez mil habitantes durante el mes de julio. Desde 1987 el campus Elitejove, que alcanza en éste su trigésima edición, ha apostado por el fomento y la práctica del deporte de la canasta desde la vertiente más formativa.
¿Qué puede distinguirle de otras propuestas similares? El cáracter altruista con el que acuden entrenadores de primer nivel pedagógico y la cota de calidad requerida de los jugadores que solicitan su ingreso. No todos pueden acceder a los turnos júnior, infantil y cadete, limitados a 70 integrantes.
Menorca, un año más, tiene su cuota de protagonismo. Joan Martínez (Sant Lluís) es el coordinador el turno infantil, que ha contado con Jordi Anglada (Boscos) como entrenador jefe de pista y el apoyo técnico de David Anglada (Boscos), Ignasi Jover y Josep Jover (Sant Lluís). Practicantes activos: Biel Cánovas (Boscos), Julen Coll y Arnau Calsapeu (Alcázar) y Pau Pons (Sant Lluís).
La experiencia, por sustanciosa y exigente, bien les merece la pena. «Partimos de la base de que ponen a tu disposición jugadores con una base muy sólida. No tienes que enseñarles el movimiento, sino darles herramientas para pulirlo», reflexiona Ignasi Jover.
Un aspecto que, como entrenador «te exige mucho. Has de tener recursos y saber cuando utilizarlos, en base a las directrices que marca el coordinador». Y el cambio «del primer al último día» es ostensible.