Baskonia 99
Real Madrid 103
El Real Madrid volvió a tirar de fe y de orgullo para derribar tras una prórroga, como ocurrió el jueves en cuartos de final, la férrea resistencia de un bravo Baskonia que tuvo el partido en sus manos y acabó sucumbiendo ante un rival que buscará su cuarta Copa consecutiva. La madurez de un inmenso Doncic, los puntos de Randolph y la sangre fría de Llull en los momentos decisivos fueron determinantes.
Al ritmo que marcaba Larkin, y aprovechando el poder reboteador de Voigtmann, el Baskonia arrancó con mínimas ventajas que pudo contrarrestar de inicio Reyes bajo los tableros. La igualdad se reflejaba en el marcador. Tras su salida a pista, Bargnani dio oxígeno a los suyos con dos triples que permitieron finiquitar el primer cuarto (20-15). El Madrid metió una marcha más en un segundo acto casi perfecto, selló al máximo su defensa y atacó con más criterio y velocidad (10-2). Larkin reaccionó, respondido por Doncic. Baskonia empezó a dudar y Randolph le castigó con dos triples consecutivos que ampliaron la herida. Hizo mucho daño, al igual que un Doncic soberbio en un segundo cuarto para enmarcar, dominado 29-15 y que les permitió llegar al descanso con nueve de ventaja (35-44).
No bajaron los de Laso el ritmo y llegaron a +13. Baskonia, contra las cuerdas, tiró de orgullo, selló su defensa y volvió a meterse, con Hanga que le otorgó un 13-2 (48-50). En el ecuador del tercer acto, empezaba un partido nuevo. Llull y Rudy golpearon con triples y cada error local era castigado, aunque supieron mantenerse en el partido a base de raza (64-68). Con un 12-4 de inicio Baskonia recuperó el mando y la sensación de poder ganar con el (76-72). El Madrid andaba menos fino y Beaubois y Doncic mantuvieron un intenso duelo anotador, con rentas locales de ocho puntos. Hasta que apareció Llull y con siete puntos seguidos empató a 89 a medio minuto del final. En el tiempo extra Llull siguió caliente, junto a la aparición de Ayón que sacó oro en dos jugadas de 2+1 a las que ya no pudo responder Baskonia.