El Hestia Menorca arrancó este miércoles la temporada 2019/20, segunda consecutiva y en su historia que agotará en LEB Plata. A media tarde e incompleto, debido a la ausencia de dos de sus tres jugadores norteamericanos, Duby Okeke –si bien este ocupa plaza de Cotonou– y Garret Covington (la venida de ambos, que depende de la tramitación de sus visados, esperan en el club que no se postergue más allá de una semana), sin omitir la apresurada y definitiva del recién fichado alero Dani Martínez, que causa baja en el equipo por culpa de una dolencia cardíaca –lo cual inevitablemente condicionó la jornada, al margen de incrementar a dos el número de jugadores que restarán por fichar–, el grupo que por tercer año consecutivo dirige el entrenador catalán Oriol Pagès llevó a término en el Pavelló de Bintaufa el primer ensayo que inauguró un periodo de preparación que concluirá el próximo 21 de septiembre, fecha en que el equipo menorquín afrontará su debut liguero oficial, con el Bàsquet Girona por rival.
Un tramo de seis semanas, que incluirá un mínimo de cuatro partidos amistosos (Zornotza, Juaristi, Calvià y Palma), y quizá un quinto (la directiva insular trata de concertar un duelo en Maó para el 14 de septiembre, que a su vez valdría para presentar el proyecto ante la afición, aunque no es seguro que sus intenciones fructifiquen), para alcanzar el punto de forma idóneo que permita al Hestia Menorca alcanzar la primera jornada en la conferencia Este de LEB Plata con las máximas garantías.