El Hestia Menorca celebró su primera victoria de la temporada al superar la noche de este sábado, en su estreno como local en Bintaufa, al CB Benicarló (78-57). El pívot gipuzkoano Urko Otegui, autor de 18 puntos, a los que agregó seis rebotes para una valoración 21, destacó como el mejor elemento por el conjunto insular en lo que se distinguió una victoria plácida, cómoda, encarrilada en el tramo final del tercer cuarto, que fue hasta donde resistió el Benicarló, un recién llegado a la tercera liga nacional y que pagó el peaje de su bisoñez, además de sufrir por su inferior batería de recursos en relación al Hestia Menorca, si bien se exhibió el castellonense como un colectivo tácticamente bien trabajado.
Precisamente la actividad de Otegui en los aledaños del hierro –8 puntos en el primer cuarto– permitió al Hestia Menorca imponer la primera ruptura que el duelo conoció (13-6; de ahí al 17-11 con el que apagó el primer cuarto).
El equipo de Oriol Pagès, que en el primer parcial vivió de su producción interior, amplió al perímetro sus vías de explotación sobre el aro del equipo castellonense en la segunda manga; era el turno de los triples. Devinieron dos de forma casi consecutiva de Drew Guebert (20-13; 28-17) para un primer atisbo de fractura, que corroboró Biel Serra en la siguiente acción (contrataque tras robo), situando el 30-17 que obligó al entrenador tortosino del Benicarló, Jordi Adell, a detener el partido.
La interrupción en forma de tiempo muerto relució acertada, pero no de inmediato (triple y canasta para cinco puntos de Xavi Hernández, +16, 35-19), logrando el cuadro visitante frenar la sangría y estabilizar en torno a la decena de desventaja (37-26) el guarismo llegado el descanso.
Consciente de que sus posibilidades por competir el partido trascendían por acelerar el juego, especialmente el propio, el Benicarló, que además encontró a un hasta entonces inédito Joel Kindred (cero puntos al intermedio, 8 en el tercer periodo), advirtió la fórmula para dibujar un par de transiciones y acciones a campo abierto, con lo que aprisionó el marcador en el albor del tercer cuarto (38-33, tiempo de Pagès).
Ruptura
Y con certeza fue ese el canto del cisne del equipo castellonense, que poco después sucumbió al aluvión local de forma definitiva (de 49-41 a 61-43, 12-2 en tres minutos; 61-45 para liquidar el tercer cuarto y en realidad, el partido, con protagonismo entonces de Corbacho y Bute).
El último cuarto lo destinó el Hestia Menorca a gestionar con inteligencia su amplia renta (76-50, +26 de máxima a 3' del final), y ni tan solo la técnica por flooping señalada a Biel Serra (con 63-45) repercutió en aboluto para invertir la inercia de un partido de claro desenlace local (78-57).