El Hestia Menorca negocia la salida de Alberto Corbacho con el agente del alero mallorquín –el jugador ni tan solo entrena a las órdenes de Javi Zamora pues su desvinculación de la entidad es real, y solo resta la resolución contractual– y ha empezado a rastrear el mercado, con el propósito de dar con un sustituto de garantías. El planteamiento del club es contar con doce fichas para afrontar una temporada de máxima exigencia, y en ese sentido la petición de rescisión de contrato que ha realizado el experimentado alero palmesano obliga a recurrir al mercado.
Corbacho, tras la disputa en Palma del Trofeu AON Illes Balears (el día 3), el ‘ensayo general' antes de iniciar el curso oficial en Albacete para el equipo insular, y quizá decepcionado con el poco protagonismo y minutaje del que disfrutó durante el mismo, trasladó a Javi Zamora su petición de abandonar la disciplina del Hestia Menorca, a lo que el entrenador madrileño, y nuevo hombre fuerte del área deportiva del club, no se opuso.
A partir de ahí, el club, sí contrariado por la decisión del jugador –que fue de los últimos en renovar en verano, para el que iba a ser su tercer año en Bintaufa–, ha iniciado una negociación que cristalizará en las próximas fechas con la marcha del jugador (puesto que en ningún caso se contempla que la situación se revierta, tal y como se escenificó en el desplazamiento del fin de semana, en el que Corbacho no viajó con el equipo a tierras manchegas).
En Bintaufa, según admite su director general, Miki Ortiz, la baja de Corbacho implica «retocar una pieza cuando el equipo ya estaba meditado y confeccionado, lo que siempre es complicado, pero son situaciones que debemos saber resolver».