El Hestia Menorca, salvo catástrofe, jugará el próximo 28 de enero de 2023 por conquistar el primer título oficial desde que hace un lustro hizo su incursión en la tercera liga del país; la Copa LEB Plata.
El equipo que dirige Javi Zamora, líder de la conferencia Este con un récord de 10-2 y una renta de un partido sobre el Gran Canaria, segundo clasificado y su rival inminente, y Maderas Sorlí CB Benicarló, tercero (ambos equipos figuran con un 9-3 en su casillero), encara la última jornada de la primera vuelta, la décimo tercera del calendario y que determina qué dos equipos pugnarán por el cetro copero, con todo a favor para sellar el billete para una final que, de conseguir disputar, se celebrará en su cancha, en el Pavelló Menorca (desde el segmento Oeste, el Tizona Burgos ya ha asegurado su presencia y es el primer finalista).
No en vano, el Hestia Menorca estará en su primera final de Copa LEB Plata si gana al Gran Canaria mañana miércoles en Maó. También en caso de perder, siempre que lo haga con un diferencial inferior a los 19 puntos. Enfrascado en una ecuación de la que también forman parte el filial grancanario y el Benicarló, el mayor número de posibilidades, dentro de las diversas combinaciones que pueden producirse, declina ostensiblemente en favor menorquín.
De hecho, el Menorca es el único de los tres equipos que depende de sí mismo, puesto que el ‘Granca', incluso obteniendo el preciado triunfo por 20 puntos en Bintaufa (con certeza, casi una utopía, en función de la capacidad defensiva que ha detentado el Hestia Menorca en lo recorrido de temporada, en la que es el equipo que menos puntos encaja por partido, 66.5 por cita de promedio), deberá estar ‘ojo avizor' a lo que acontece en el enfrentamiento entre Benicarló y Prat (este, curiosamente vio desactivadas sus opciones al sucumbir en la última jornada previa a la Navidad).
A continuación, revisamos el modo y ‘chance' de cada uno de los tres equipos, Hestia Menorca, Gran Canaria y Benicarló, implicados en la lucha por determinar el finalista (y la sede) de la Copa LEB Plata 2023.
Hestia Menorca
El equipo menorquín ha estado desde los albores de la temporada en la cumbre de la clasificación o sus aledaños, por lo que no sorprende en absoluto su presencia entre los candidatos a jugar la final. Tremendamente beneficiado por el desarrollo y desenlace de la jornada anterior, en la que perdieron todos sus rivales directos (Prat, Palma y Benicarló) y se granjeó una agónica victoria en pista del Lobe Huesca en virtud de un triple de Pol Molins sobre la bocina, el Hestia Menorca jugará la final como anfitrión si gana al Gran Canaria, o si pierde por menos de 19. Que el Benicarló consiga recuperar 60 puntos sería otro de los supuestos que le deja fuera en caso de perder, si bien es un extremo difícil de contemplar.
Gran Canaria
Mucho más complicada se advierte la empresa del filial canario, en tanto que no le alcanzará con ganar en Bintaufa, y deberá hacerlo por 19 o más puntos de diferencia, la única fórmula para abortar el averaje general, que favorece al equipo menorquín. Asimismo, el colectivo canario, que se presentará en la Isla después de ganar sus últimos cinco partidos (aunque ninguno por más de 15 puntos y solo dos por encima de la decena de diferencia), si cristaliza su triunfo y por la diferencia que precisa, necesitará que el Benicarló, que se mide al Prat, no le enjugue un averaje de 23 puntos. Una combinación de lo más improbable, y sin dejar de tener en cuenta, igualmente, que el Hestia Menorca solo ha entregado una derrota en los seis partidos que ha jugado en la Isla.
CB Benicarló
El margen es exiguo para el equipo castellonense, que es, de los tres aspirantes a estar en la final, el que más complicado lo tiene. La mínima derrota sufrida a manos del Cornellà en la jornada previa resultó demoledora para los de Adrià Alonso, que prácticamente deben fiar a un milagro su pretensión de ser finalistas, en tanto que les cabe aguardar una derrota del Hestia Menorca en su duelo contra Gran Canaria a la par que derrotar al Prat por una renta lo suficientemente amplia que permita recuperar su -60 en relación al equipo de Javi Zamora.
Y otro matiz, una amplia derrota menorquina significaría complicar el objetivo de remontar su -23 respecto del Benicarló, por lo que si bien la aritmética indica que los castellonenses entran en las combinaciones para la final, la realidad sugiere que la opción es muy, muy remota.