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El tercer triunfo seguido consolida el mejor momento del Hestia

Victoria de prestigio en el ‘Paco Paz' para un Menorca que llevó el partido a su terreno y supo sufrir en el último cuarto con su +14

Clevin Hannah enseña el camino a seguir y este sábado, en la foto, marcando para un bloqueo directo. | Bàsquet Menorca

| Ourense |

El Hestia Menorca ha dado otro paso al frente. Lo demuestra su buen momento en cuanto a resultados (tres triunfos consecutivos, la mejor serie del curso), y su gestión y lectura de los partidos. Este sábado, en una pista histórica como el Paco Paz, llevó duelo a su terreno –primando lo defensivo–, golpeó gracias al acierto de un Digbeu (26 puntos) cargado de confianza y sufrió, pese a encarar último cuarto con catorce puntos de ventaja, para cerrar una victoria de postín, que debe reforzar a los pupilos de Zamora en la pretendida escalada.

Fue la titularidad de Digbeu una declaración de intenciones de Javi Zamora, que apostó por el exterior galo como recurso para paliar la falta de puntos de un vigilado Hannah en un partido que, como era esperado, nada se pareció a lo visto en Bintaufa. Le exuberante puesta en escena del francés (nueve puntos en el primer cuarto) sostuvo a un cuadro menorquín que logró mantener un ritmo controlado, sin dejar fluir a un COB que ha ganado una notable versatilidad de recursos en ataque con el paso de las jornadas (10-7, min, 4). La superioridad interior de Jawara y Radic fue la principal virtud local con la que tuvo que lidiar un Hestia Menorca venido a menos con la rotación, en un primer cuarto de pobrísimo acierto exterior –solo hubo un acierto de Digbeu en el primer minuto– (16-13). La subida de nivel en la defensa del perímetro dio paso a un parcial de 0-9, tras una primera antideportiva cometida por Demers (18-13), merced a tres robos y sendas canastas al contragolpe, con Arteaga actuando de revulsivo (18-22). No poder correr cortocircuitó al COB, incapaz de dominar la pintura ni generar ventajas en el bloqueo directo. El Hestia Menorca, con Hannah siempre encimado, sacó partido de las ventajas en el bloqueo indirecto para escaparse en el marcador gracias a Digbeu y a un crecido Stevic (23-30). Las molestias físicas de Samu Rodríguez y Mendicote profundizaron la caída del equipo que adiestra Félix Alonso, cada vez más precipitado en la circulación ante la alargada serie de errores en el tiro (24-32).

No cambió el escenario tras un descanso que acentuó el esfuerzo defensivo de un Menorca sobrio en lo táctico, con el destello cegador de Digbeu como arma letal. Un triple de Llorente cortó seis minutos de sequía (27-36), a los que siguieron otros tres de desplome ante la desesperación creciente de un Pazo que presenciaba la enésima desconexión de los suyos este curso (27-44). La renta se fue hasta un +18 con la segunda canasta de Molins, con efímero pasado cobista, (31-49), antes de un ligero recorte que dejaba una renta aparentemente suficiente para el último cuarto (35-49).

Con Hannah maniatado, Digbeu agotado y el COB aupado a la reacción por la grada, el último parcial se le hizo eterno a un Hestia Menorca al que le traicionaron los nervios. Perdió el control del rebote defensivo, se ahogó con el balón en las manos, y se vio, tras un 8-0 de parcial, sin margen de error al entrar a los dos últimos minutos con tres puntos de ventaja tras irrumpir Turner (52-55). De la quema se libró el colectivo insular porque Hannah se echó el equipo a las espaldas para, sobre dos rivales, rascar dos faltas en dos angustiosas posesiones que se saldaron con cuatro aciertos desde la línea de tiros libres (53-59). El eterno último minuto, con luces y sombras en la gestión de los pupilos de Zamora sobre un oponente abocado a la épica, fue la última muestra de lo que cuesta

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