Lo que parecía un prometedor primer cuarto acabó convirtiéndose en un quiero y no puedo para el Hestia Menorca. Los de Javi Zamora cayeron por segunda jornada consecutiva frente a un Fuenlabrada que consiguió remontar una diferencia que llegó a ser de 18 puntos para acabar ganando el partido con comodidad y gran solidez.
Y es que los diez minutos iniciales fueron, tal vez, los mejores del equipo insular esta temporada por la energía en defensa y la efectividad en ataque.
Equipo enchufadísimo
Dos puntos de Pol Molins y un triple de Jalen Cone trasladaban al marcador el buen arranque sobre la pista del Bàsquet Menorca.
Así las cosas, Fer Zurbriggen asumía el reto de marcar a un Cone que prolongaba su buen arranque con una gran canasta tras reverso. Dicha acción levantaba los elogios de la grada de Bintalfa y dibujaba una cara de incredulidad en un Zurbriggen que ya acabaría desesperado a la jugada siguiente.
En el intento posterior, el norteamericano le sacaba la falta al argentino, quien buscaba soluciones con su entrenador, Toni Ten, al ver como sus grandes defensas sobre el ‘1’ menorquín quedaban en vano. De esta forma, Cone encestaba sus tres tiros libres y ponía a Menorca cinco arriba.
Fuenlabrada parecía estar cayendo en las trampas planteadas por Menorca, algo de lo que había advertido Toni Ten en la previa. La falta antideportiva de McGrew sobre David Gómez, ignorada por el equipo arbitral, fue la gota que colmó el vaso. Cone encestaba otros dos triples consecutivos, acumulando así 14 puntos y demostrando una efectividad impoluta en todos sus tiros hasta el momento.
Su compañero Pol Figueras se sumaba desde el 6,75 y asistía a Arteaga para que encadenara tres canastas y confirmara que un vendaval había barrido por completo a Fuenlabrada (29-11). El único momento de desatención del rebote, en este caso de Lukovic, permitía a los madrileños volver a anotar para cerrar el periodo 29-13.
Desdibujados
Pese a que David Gómez continuara personificando el mensaje de Zamora en su entrega a la hora de luchar los rebotes y proteger el aro, el ataque del conjunto menorquín dejó de funcionar.
Incapaz de hallar las situaciones de tiro que se encontró en la primera parte ante las nuevas defensas de Fuenlabrada, el juego ofensivo insular colapsó —como reconocería después el propio Zamora— y propició el inicio de la remontada madrileña.
El 6 de 28 en triples —tres de ellos, obra de Cone en el primer cuarto— es un dato revelador de las dificultades que se encontró el Hestia. Sin acierto alguno en ataque, era cuestión de tiempo que la defensa también bajara sus prestaciones. Así las cosas, los menorquines conseguían aguantar hasta el descanso e irse cinco arriba (41-35).
Atasco
La segunda mitad no arrancaría mucho mejor. Los insulares no eran ni siquiera capaces de acabar las jugadas, lo que permitía correr con espacios a Fuenlabrada.
Así se explica que los de Toni Ten devolvieran un parcial casi idéntico (13-27) para irse ocho arriba (54-62) al último cuarto.
Pol Molins era el que más lo intentaba para el bando insular, pero sin apenas éxito. La falta de claridad continuaba pesando y los Jorgensen, Matulionis y Munnings lo aprovechaban para ampliar una renta cada vez mayor a favor del actual tercer clasificado de la liga. Un último triple de Leo Westermann sellaba una victoria magistral (72-83) y una señora remontada de un equipo candidato al ascenso directo.
Aquí és fantàstic: Sempre perden davant grans equips i amb es cap amunt (que ja els hi deu arribar fins a sa treginada...) I pels altres, ja poden estar fent la millor temporada de la història de qualsevol equip menorquí, que si perden llavors son tropiezos, batacazos, maldiciones, derrotas preocupantes i etc. Guay!