Con «muchas ganas» de ver qué pasa este año con Raúl Jodra, un entrenador al que ya conoce de su paso por alguno de los campus que dirige el técnico catalán, y con la expectación de ver qué equipo se confecciona, Lucas Andújar (Sant Lluís, 2006) se ve capacitado para seguir aprovechando su oportunidad, una palabra que no se cansa de repetir para definir su primer año como sénior y en Tercera FEB.
Partiendo como jugador vinculado desde el CCE Sant Lluís y como cuarto base del ‘róster’, el joven talento formado en el CB La Salle ha logrado hacerse un hueco en el equipo de Oriol Pagès a base de «personalidad», como destaca su ahora nuevo entrenador Raúl Jodra.
Lucas Andújar hace balance de su primera aventura como albinegro tras ser confirmado para la plantilla del año que viene, el segundo tras Xavi Hernández, quien tenía contrato en vigor.
Primer jugador renovado de Sa Tintina Es Castell. Si se lo llegan a decir hace un año, ¿qué pensaría?
—Pues la verdad es que me sorprendería porque en ningún momento se me había pasado por la cabeza cumplir dos años aquí. Tener la oportunidad de jugar el año pasado, y que ahora encima sea el primero en renovar... estoy sorprendido y contento.
Hace justo un año estaba en La Salle, completando su formación. Echando la vista atrás, ¿cómo valora estos años de grandes éxitos con una generación campeona de Balears?
—Tuve la suerte de estar ahí y juntarnos toda esa generación. Es donde me he ido formando y creciendo. El ambiente que teníamos y todo el trabajo que hacíamos juntos... fuimos mejorando mucho.
Yago (Homs) está por Estados Unidos, Pau (Bagur) en Es Castell conmigo, Álex Blanco en el València Basket, que se fue un poco antes... Y el resto siguen jugando en Catalunya mientras estudian. Hemos tenido la suerte de que muchos podemos seguir jugando.
Y luego da el paso al CCE Sant Lluís. ¿Por qué esta decisión en ese momento?
—En mi último año de júnior en La Salle, ya voy a entrenar dos días con el CB Es Castell. Ese mismo verano, hablo con el director deportivo Dani Sastre sobre la posibilidad de que me pueda vincular a ellos y acaba llegando la oportunidad en mi primer año de sénior, estando con Sant Lluís y Es Castell.
Yo voy a Sant Lluís para jugar y con Es Castell, pues tratar de hacerlo lo mejor posible. Si llego a tener algún minuto, bien. Sino, pues a seguir entrenando, aprendiendo y mejorando lo máximo posible.
¿Y en los entrenos con Oriol Pagès ha notado alguna diferencia respecto a lo que venía haciendo antes?
—Sí. Obviamente, los entrenamientos han sido mucho más tácticos. Eso lo tenías que tener mucho más controlado.
Además, la intensidad y la seriedad eran también muy diferentes. Al final, en mi último de año de júnior fue más tranquilo: medio equipo se había marchado a estudiar fuera, teníamos una plantilla competitiva, pero no era lo mismo que la generación 2005-2006... así que ahí sí que noté un gran cambio.
También creo que me ayudó estar tantos años con esa generación en La Salle, que entre nosotros entrenábamos fuerte y nos alimentábamos. Por mucho que no fuese igual, me ayudó a coger el ritmo en Es Castell.
¿Hay algún compañero que le haya sorprendido en especial?
—No, porque realmente me ha soprendido todo en general. Llegué allí y solo conocía a Pau (Bagur). Claro que sabía quiénes eran Xavi (Hernández) y ‘Llufri’ porque ya han jugado en Menorca, pero no los conocía de nada.
El trato de la gente ha sido muy bueno y me ha sorprendido el buen rollo que hay dentro del vestuario. Para mí, todo eso es perfecto.
¿Y se esperaba una adaptación tan inmediata y fácil?
—Sí que Pau me había dicho que el ambiente era muy bueno, pero el hecho de que todos vengan a ayudarte, hablarte, animarte... Está muy bien, te da confianza.
¿Y hay algún compañero que haya estado más encima y atento?
—Hablo mucho con todos, pero por ejemplo, con Xavi (Hernández) sí que he hablado mucho. Él me explicaba algo y yo le escuchaba porque todo es aprender. Con ‘Llufri’ también, pero con Xavi, al compartir posición, es con el que más he charlado sobre aspectos del juego. Acababa un partido y me preguntaba qué sensaciones tenía, cómo estaba... También a la hora de leer el juego, cómo defender a un defensor, cómo mejorar ciertas situaciones del juego, mejorar el tiro, que es algo que me cuesta... Me hacía un poco de mentor porque ya tiene un recorrido y un caché.
Yo arrancaba como cuarto base, porque estaban él, Carlos (Sintes) y Pilan. Ellos tienen la mala suerte de lesionarse y yo me quedo solo con Carlos Gil, que también podía jugar de base.
¿Y cómo se afronta una situación así?
—Ya en el momento en que empiezo a tener a Xavi (Hernández) y a Carlos (Sintes) por delante, empiezo a jugar cinco minutitos de juego, veo que tengo una oportunidad e intento aprovecharla al máximo.
Por mucho que me pueda sorprender, lo afronto así: tengo que esforzarme y si sale bien, perfecto.