Tras la 'velada' del viernes, la Volta mostró su perfil más exigente con la segunda etapa este sábado (60.36 kms; la más larga, la corrieron los 500 inscritos), de trazado muy duro en sus primeros 30 kilómetros. En el segundo tramo, menos rocoso y por tanto, también menos costoso, destacó el Camí d'Egipte, recién recuperado por la Coordinadora del Camí de Cavalls, una preciosa vía de interior.
Muchos de los corredores provenientes de fuera de la Isla subrayaron la calidad y espectacularidad de los paisajes, llamando la atención la variedad de los mismos en un marco tan reducido como la Roqueta, lo que no deja de ser una de las grandes esencias de la prueba.
La etapa ha sido más rápida de lo previsto y a las 17 horas ya llegaban los últimos ciclistas.