La Volta Cicloturista Internacional de Menorca celebró en la mañana de ayer ayer su primera etapa, con recorrido desde Maó hacia la zona de Ferreries. La subida a S'Enclusa resultó el plato fuerte de una jornada que estuvo acompañada de una excelente climatología, que en sinergía con el paisaje propició una fotografía de lo más espectacular que encandiló al pelotón, sobretodo a los provenientes de fuera de la Isla. En gran medida, la esencia de la cita.
La prueba recortó algunos kilómetros en relación al itinerario previsto, pasando de 104 a 96 kilómetros debido a un retraso en el avituallamiento que tuvo lugar en el recinto firal de Es Mercadal, en el Museo del Ciclismo, pero respetando el horario establecido, aún a cuenta de sacrificar el paso por el Camí de Torralba y algún otro enclave.
Los corredores británicos, que superaban el medio centenar de entre los más de 200 en ruta, portaban la bandera de su país en el casco, con el objeto de reconocerse unos a otros y de fomentar lazos de unión.
Destacar también que el calor acechó en la subida por la zona de Torre-solí y Son Bou, y también en la escalada a S'Enclusa, pendiente cuyos metros finales unos pocos ciclistas optaron por terminar a pie. Con todo, la expedición, muy animada y a buen ritmo, alcanzó la llegada dentro de lo fijado.
La Volta concluye hoy con la disputa de la segunda y última etapa a partir de las 8.45 horas, con salida en Maó rumbo a El Toro.