Arturo Sintes Lluch (Maó, 1951) no para. Su personalidad se lo impide. Inquieto. Inconformista. De proyección continua. Apenas bajarse del sillín de la presidencia de la Federación de Ciclismo de las Illes Balears que ha ocupado durante nueve años, era invitado a impulsar el deporte del pedal en su ámbito más próximo. En su entorno doméstico. Delegado de Menorca. La respuesta, afirmativa.
Xavier Bonnín tomó el relevo al frente del máximo organismo ciclista autonómico, tras el pertinente proceso electoral y ser la suya la única candidatura avalada. Y después de ejercer varios años como vicepresidente. Junto a Arturo Sintes. Precisamente. Bonnín lo tenía claro. No quería perder a «su» presidente.
El 27 de junio, el empresario y promotor deportivo ponía pie a tierra como máximo responsable federativo en las islas. El 15 de julio, su nombre aparecía en el organigrama de la nueva junta directiva encabezada por Bonnín. Hasta el 2020. Vocal-delegado de Menorca. Arturo Sintes Lluch. Reemplaza en el cargo a Miquel Villalonga. Su hombre de confianza en la Isla durante su mandato federativo.
El «regalo» de Bonnín en el 65 aniversario del expresidente. «A partir de ahora considero que podré realizar una labor más concreta y provechosa para el ciclismo de la Isla», explica el nuevo delegado, liberado de las obligaciones propias y numerosas como máximo representante balear.
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