Se han cumplido diez años de su desconexión voluntaria de la élite del pedal. Tocó el cielo en Alpe d'Huez y en la Dauphiné Libéré, fue la sombra y por momentos la bestia negra de Lance Armstrong, el gran 'ángel caído' de la historia del ciclismo. Iban Mayo (Vizcaya, 1977) fue otra víctima de esa «caza de brujas» que genera el poder establecido cuando se traslucen las miserias de sus oscuros intereses. Acudan a la hemeroteca para recuperar un episodio de presunto dopaje tan irregular como surrealista. Mientras tanto, el de Igorre disfruta con la promoción y la formación de un deporte que le sigue apasionando.
¿Qué hace un escalador como usted en una isla «plana»?
? Tuve la fortuna de conocerla en 2004, cuando participé junto a Abraham Olano en la Volta Cicloturista invitado por Arturo Sintes. Me gustaron mucho sus rincones, calas y parajes e intentamos venir cuando podemos con la familia.
¿Cuál es su actual relación con la bicicleta?