Segundo día de Volta a Menorca en BTT, patrocinada por Foment de Turisme de Menorca, y tocaba la etapa más larga (70 km), con salida de Sant Climent y marcada por dos partes muy diferenciadas. La primera, muy rodadora que empezaba cogiendo el camino viejo de Alaior, camino de Binixems y hacia el interior de Son Putxet, por el camino de Egipte y continuando por otra parte inédita para la BTT como la propiedad privada del Capell de Ferro, hasta Addaia, con vistas al puerto.
Después los ‘bikers' seguían por Torndonell, por la subida a la finca particular de Sa Torre Blanca, con unos paisajes poco conocidos. A continuación los participantes vivían una bajada en pista muy rápida que conducía a la playa de Sa Torreta, donde un ‘biker' caía y seguramente se fracturaba algún hueso del brazo izquierdo. Allí se juntaba con el Camí de Cavalls, pasando por Sa Torreta, Tamarells y la llegada a Es Grau, donde se reponían fuerzas en el avituallamiento, para ir a Sa Mesquida, terreno muy técnico de subidas y bajadas continuas para las delicias de los más en forma y un suplicio para los más ‘tocados'. Posteriormente los ciclistas cogerían por la subida de la finca militar de Sant Isidre– pista técnica y espectacular de fuerza y esfuerzo– que desembocaría con la llegada al puerto de Maó, donde un ‘biker' chocaba con un coche aparcado al abrir la puerta y posiblemente se rompía la clavícula, según la organización. Los participantes llegaban hasta Fonduco, con un merecido avituallamiento líquido.
La segunda parte de la ruta en cambio sería mucho más técnica y de esfuerzo en los brazos. Estrechos caminos de ‘ferradura' que caracterizan el patrimonio rural de la parte sur de Maó, Es Castell y Sant Lluís. Caminos como el de Sa Torrilla de Biniatap, de Ses Planes, camino viejo de Sant Lluís y el camino de Biniati.
Este domingo, última etapa con salida en la plaza de Es Born de Ciutadella, a las 9 horas, con 57 kilómetros.