El Sporting Mahonés se reencontró con la victoria ante el Lleida tras tres jornadas sin hacerlo y lo hizo en uno de esos partidos tan repetidos en el Municipal en los últimos tiempos. Gol en contra –de nuevo en los primeros minutos, como viene siendo habitual esta temporada– y a remar contracorriente a partir de ese momento, para acabar levantando el partido, en esta ocasión con dos goles de Marcos y otro de Méndez en la reanudación. Pero el guión pudo tener otro desenlace, cuando con 0-1 el equipo se quedó con diez por la expulsión de Jeroni –el árbitro interpretó agresión en la disputa de un balón aéreo con Xavi Jiménez.
El entrenador local, Joan Esteva, apostó por dar continuidad al once que cayó en Sant Boi, con las novedades de Marcos, que volvió a la punta de ataque tras cumplir un partido de sanción, y de Mourad, que actuó en la banda derecha, lo que desplazó a Fullana a la izquierda y a Iray al lateral, en detrimento del sancionado Martí. Omar, con el que se había especulado durante la semana para ocupar la baja del mallorquín, no estuvo ni en el banquillo. Rubén volvió a jugar arriba como ya hiciera hace siete días y Vates y Méndez volvieron a formar el doble pivote por quinto partido consecutivo.
El choque arrancó con un tanto rival en los primeros minutos, regresando de nuevo viejos fantasmas que el equipo parecía haber superado ya. Gallego aprovechó el desconcierto de la defensa para batir a Moso y dar un giro inesperado al planteamiento inicial de ambos equipos. A partir de ese momento el conjunto visitante se dedicó a defender el resultado para salir a la contra mientras que los locales trataron de llegar a la portería de Eduardo por las bandas. Aunque las acciones de peligro más claras fueron a balón parado, concretamente en dos saques de esquina consecutivos cuyos remates de Jeroni primero y Marcos después sacó la defensa bajo palos.
Poco después el encuentro aún se puso más cuesta arriba con la expulsión de Jeroni. Esteva optó por dar entrada a Camacho en lugar de Fullana y mantener la defensa de cuatro. El Lleida tuvo una ocasión en botas de Xavi Jiménez poco antes de que Massana cortara una acción en el centro del campo con la mano y el árbitro, a instancias del público, le mostrara la segunda amarilla, nivelándose de nuevo las fuerzas.
La segunda parte arrancó con la intención del Lleida de encerrarse atrás, lo que aprovechó el cuadro blanquiazul para jugar en campo contrario y volcarse, especialmente por la banda derecha, en busca del empate. Méndez avisó con una falta desde la frontal y poco después restableció la igualada con un duro disparo desde fuera del área.
El Sporting, fiel a su estilo, no se conformó y siguió en busca del segundo. Marcos avisó con un remate de cabeza a la salida de un córner y en un contraataque –tras un saque de esquina visitante–, Pedro García abrió el juego a la derecha para la llegada de Mourad, que tras zafarse de su marcador fue derribado por Eduardo. Marcos transformó la pena máxima y volteó el marcador.
El propio Marcos, en el minuto 90, aprovechó un error de Jerson para encarar a Eduardo y con una tranquilidad pasmosa, superarle por alto con un toque sutil, devolviendo la tranquilidad a la parroquia blanquiazul tras los últimos resultados.