El Sporting Mahonés parece abonado a la ansiedad que conlleva coquetear con el abismo. No logró tres puntos importantísimos para asegurar la permanencia. El 0-3 ante el colista y virtual Tercera, Santboià, fue un ejercicio de impotencia, un duro correctivo y la sexta derrota consecutiva en medio de un ambiente alrededor de la institución que tiende a la bipolaridad: alarma por la mala racha, alegría por el tema instalaciones, y temor por la economía, los impagos varios. Esta semana puede ser tensa.
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