El Sporting Mahonés se aferra a los números para salvar la categoría. El equipo blanquiazul afronta mañana en Orihuela (Los Arcos, 11.30 horas), la primera de las dos finales consecutivas que debe encarar lejos del Municipal y lo hace con la intención de lograr al menos los ocho puntos que cosechó en el mismo tramo del calendario en la primera vuelta -seis jornadas para el final-, con lo que sumaría los 45 que certifican la permanencia.
Aunque conseguirlo no será nada fácil. Y es que en el primer tramo del campeonato siete de aquellos ocho puntos los cimentó en casa -una plaza difícil de conquistar por aquel entonces-, y sólo uno a domicilio -su verdadera asignatura pendiente esta temporada-, trayectoria que deberá invertir en la recta final para no depender de terceros. Y es que de los seis encuentros que le restan por disputar, sólo dos son en Maó (Teruel y Alzira) y cuatro fuera, ante el Benidorm, rival directo en la carrera por la permanencia, Orihuela y Alicante, conjuntos inmersos en la lucha por alcanzar el play off, y Gandía, que deambula en el centro de la tabla sin urgencias clasificatorias, ni por arriba ni por abajo.
En el partido disputado en Maó correspondiente a la primera vuelta, los de la Vega Baja llegaban como líderes pero encajaron una derrota por la mínima (1-0). Para tratar de repetir ese marcador, el técnico Joan Esteva no podrá contar con Mourad, Moyano y David Sánchez, todos ellos por lesión, que se unen a Iray, lo que le obligará a reestructurar el equipo para tratar de sorprender al actual cuarto clasificado.
La expedición sportinguista realizará la última sesión previa al partido esta la mañana en el Municipal y posteriormente viajará hasta Alicante vía aérea haciendo escala en Madrid.