Pedro Capó pone rumbo al Celta y, en concreto, a Balaidos, para las próximas cinco temporadas en un contrato que se firmará en las próximas horas y que se divide en dos años seguros en los que jugará con el filial celeste, que milita en el grupo 1 de Segunda B, y tres años más con el primer equipo, que actualmente compite en Segunda A. "Siempre he dicho que no hay que dejar escapar las posibilidades, aprovecharlas para que no te quede el gusanillo de no haberlo intentado", apunta el joven centrocampista, que admite que ya tuvo oferta del club el curso pasado pero que le restaba un año con el Sporting Mahonés.
Capó matiza que "todavía no está cerrado el acuerdo pero cuando las dos partes muestran interés solo es cuestión de tiempo". El joven jugador, que ha sido un habitual en el once de Esteva, se muestra muy animado con esta oportunidad que se le abre. "Iré al Celta con mucha ilusión, a trabajar y a aprender, es un salto importante y quiero conocer otro grupo de Segunda B, ver cómo se trabaja en un filial", explica el mahonés, que reconoce que "la familia está muy contenta por mí".
Pedro, como el resto de sus compañeros, todavía no ha recibido propuesta del Sporting para seguir pero admite que "si llega antes de que firme por el Celta se puede escuchar" aunque por el tono de voz del centrocampista parece que la decisión ya es irrevocable. "La negociación ha sido rápida, nos salvamos el domingo y al día siguiente ya me pasaron la oferta", indica.