El CE Ferreries salió ayer algo temeroso y con demasiado respeto ante el líder Binissalem (2-1) y no fue hasta que se vio con el 2-0 en contra, a los dos minutos de la reanudación, con todo perdido, cuando se fue para arriba, hizo daño a su rival, se metió en el partido con un gol de Kake y buscó con insistencia la igualada, disponiendo de varias acciones para lograrlo aunque se quedó con la miel en los labios y regresó de vacío de su visita al Miquel Pons.
El entrenador visitante, Joaquín Andújar, consciente de las carencias de su equipo ante el líder, apostó por ceder el balón a su rival y esperar su oportunidad a la contra, un planteamiento que se escenificó desde los primeros minutos y que los de casa desbarataron antes de llegar a la media hora de juego.
Con el control del esférico, los binissalamers buscaron constantemente la velocidad de Forteza y Javi Fernández por las bandas aunque la primera acción de peligro fue para los de Ferreries, en una vaselina de Bosch que impactó en Tomeu.
Esa acción espoleó a los de casa y primero Morgado, con un toque sutil desde la frontal que Mingo, de nuevo en la portería en lugar del joven David Moll que debutó el pasado domingo, envió a córner (minuto 19), y después al no conectar un centro desde la banda derecha de Forteza (minuto 21), hicieron presagiar el primer tanto del partido.
Éste llegó poco después en un despiste defensivo que derivó en un balón a la espalda que Javi Fernández ganó por velocidad, cuyo centro al corazón del área remató López a placer. El golpe no descentró a los ferrerienses y Kake dispuso de un disparo desde la frontal, poco antes del descanso, que se marchó desviado.
Pero nada más reanudarse el encuentro los de Andújar encajaron un nuevo revés que ponía las cosas muy cuesta arriba. Un centro desde la izquierda impactó en el brazo de Toni y el colegiado no dudó en señalar la pena máxima, que transformó Javi Fernández, engañando a Mingo.
El choque parecía resuelto pero los menorquines sacaron la garra y en un contraataque Kake logró reducir diferencias en el marcador, instalando el nerviosismo en el Miquel Pons. El técnico local introdujo al veterano Contreras para recuperar el control en el centro del campo pero los visitantes se habían sacudido los complejos de la primera mitad y se habían lanzado a por la igualada, empezando a creer en sus opciones.
Kake tomó la responsabilidad y por sus botas pasaron la mayoría de acciones de ataque, introduciendo Joaquín Andújar toda la artillería que tenía en el banquillo -López, Thiago y Caballo- para tener más profundidad y presencia en los últimos metros. Aunque el Binissalem también pudo dinamitar el choque en acciones a la contra, dada la calidad de sus jugadores, especialmente en una de López con todo a su favor.
Al final el esfuerzo, especialmente de la segunda parte, se quedó sin recompensa y los azulgranas que iniciaron el tramo duro del calendario con derrota.