Cada nueva noticia en lo concerniente a este Sporting Mahonés parece intentar aumentar la sensación de que la situación, lejos de tener una solución efectiva, se encamina hacia un abismo profundo y previsible. El último anuncio emitido desde el club por el cual las bajas concedidas hasta el momento "no son válidas por defecto de forma" o "no se tramitarán" cae en saco roto al confirmarse que la Federació Balear -y por ende la Española- y la Asociación de Futbolistas han procedido con total normalidad en los trámites de cada salida del club, el último, por cierto, el de Iray, que desde ayer se encuentra en Burgos "tan tranquilo".
La presión por la cual los responsables del Sporting querían incidir en los organismos para que le permitan fichar a pesar del impedimento por los impagos y las preceptivas denuncias, cae en saco roto y se entiende "como la penúltima rabieta". Así lo expresó Manolo Bosch, secretario de la FFIB. "Lamentablemente, en este caso el club no tiene nada que hacer. Se cumplen los requisitos legales y hasta que no paguen, no hay solución", añadiendo que "lo único que consiguen es que, además, la imagen del una institución histórica quede más por los suelos".
De la misma forma se significa la AFE. Su jefe de prensa, Juanjo Montaner, indicó que el sindicato "no hará ninguna nota oficial porque no se da ningún caso", y remitió "al artículo 129 del Reglamento de la FEF y a todas las bajas debidamente firmadas por el presidente que negoció y obtuvo la AFE", incidiendo en que "si lo que buscan estos directivos es que puedan fichar, primero que piensen que han de pagar a los que estaban y cómo iban a pagar a los que llegarían. Todo parece una broma de mal gusto".
¿Y la plantilla? Oscila entre la resignación, la indignación y la tranquilidad. El capitán Moyano indicó que "cada día hay algo diferente pero ya nada sorprende" y que "el que se quiere ir es normal que se enfade con estas cosas". La tranquilidad se basa en que tanto los que siguen como los que ya no están se han asesorado y saben que tanto las Federaciones como la AFE tienen, en este caso, la sartén por el mango.
"Es Diari" intentó ponerse en contacto con el presidente Paco Segarra, sin conseguirlo.