El duro presente del Sporting le obliga a repetirse. Ha estado una semana más debatiéndose en la única posibilidad real que le queda de solucionar su mala situación económica y que el presidente Paco Segarra y el inversor italiano Fabio Cordella se pongan de acuerdo.
Ha pasado una semana y desde el club se entiende que era muy optimista pensar que estuviera todo arreglado. En ésta que entra sí lo esperan, pero deberían empezar por aclararse en el tema de la documentación que certifica cómo está el club, qué se debe y a quién.
Segarra dice que Cordella la tiene y por duplicado. Cordella que no, que Segarra solo le envió los estatutos del club y un balance que no es oficial vía email el pasado lunes y un sms, y que tiene paciencia pero que la semana que viene es el límite para llegar a un acuerdo... Fácilmente se podría caer en el tópico y decir que todo parece una comedia. Pero la situación es tan seria que incluso decir eso volvería a ser una broma de mal gusto.
Y si no que se lo pregunten a los jugadores y al mismo entrenador. Mati Borsot ya no sabe que decir, más allá de recalcar la realidad, a pesar de que, paradójicamente, en cuanto a la clasificación y con toda la segunda vuelta por delante, todo es posible... Si se arreglara la situación.
"El equipo demostró el otro día ante el Llagostera que compite y ante el Gandia vamos a intentar lo mismo", explica el técnico. "¿Los jugadores? Lógicamente están a la expectativa de lo que pasa. La situación afecta", añade. Y en el campo "los entrenos son ligeros para que nadie se lesione. No nos lo podemos permitir", remata.
De nuevo tiene el problema de dos bajas senior, descontando la del lesionado Jeroni, por supuesto, y a pesar de que entran de nuevo Moyano y Biel Medina, se caen Barber y Del Moral, con lo que lo comido va por lo servido. Y otra vez debe tirar del juvenil y Marc estará en la portería. La duda estaría entre Raül Olives y Sergio Ayala y, en cualquier caso, en el banquillo estaría íntegramente una representación del "Baby Sporting".
En cuanto al Gandía cabe remarcar que su situación no es para tirar cohetes, a pesar de que se las prometían muy felices. Los valencianos se encuentran en plena zona de play-off de descenso con 19 puntos, únicamente dos más que el Sporting.
Llegan con la baja de José Ruiz, sancionado, y se han reforzado con Nájera, procedente del Alavés, y con Gerardo Rubio, un portero que pidió Borsot al Espanyol hasta que se dio cuenta de que no lo podía traer porque primero hay que pagar. Porque para eso trabaja la gente, para ganarse la vida. Aquí o en otro sitio. La semana que viene tendremos otro capítulo de esta novela que cada vez parece más enrevesada. Mientras, este mediodía volveremos a ver a gente digna haciendo su trabajo dignamente.