Mucho Constància, líder de la Tercera División para este Alaior que sudará sangre para conseguir la permanencia en la categoría de la que es su fiel morador desde que fue creado.
El triunfo fue fácil y merecido (4-0) para el equipo de Nico López frente al penúltimo clasificado albinegro. Los de David Moreno, pese a su abultada derrota, mostraron buena disposición en el terreno de juego y una actitud irreprochable aunque no bastó para tener opciones de sumar alguno de los tres puntos en disputa.
Muy pronto, en el minuto 5, se le puso en franquicia el partido al Constancia cuando un incisivo y bullidor Rafita, de fuerte chut, batía irremisiblemente a Moll. Continuó apretando el Constancia dispuesto a sentenciar pronto, por la vía rápida el encuentro.
El Alaior, pese a su manifiesta inferioridad, presentaba batalla e incluso pudo empatar en el minuto 7 cuando un libre directo sacado por Juli Gutiérrez lo remataba junto al poste Pulido. Fue la más clara ocasión de los visitantes en la primera parte.
Las jugadas de peligro de gol se iban sucediendo ante la meta, muy bien defendida, de Moll. Y tanto fue el cántaro a la fuente que a falta de un minuto para llegar al descanso, el malabarista Nacho se inventaba una jugada en la que dejó sentada a toda la defensa alaiorense batiendo a Moll que nada puede hacer para evitar el tanto.
Más de lo mismo en la segunda parte, con dominio intenso del Constancia que ponía cerco a la meta rival. Fue otra vez el primoroso Nacho el que haciendo otra de las suyas, batía a Moll en el minuto 63. Era el tres a cero que prácticamente sentenciaba el encuentro.
Pese a todo no se rendía el Alaior que estuvo a punto de conseguir el mal llamado tanto del honor cuando en el minuto 83 Abel Gomila, zafándose de la defensa se plantaba solo ante el meta debutante, Sergio Sanz, y éste en gran intervención, la mejor del partido, evitaba un gol que ya se cantaba en las gradas.
Pero lo que son las cosas del fútbol. Del probable tres a uno, un minuto más tarde se pasó al cuatro a cero cuando Juanito, otro debutante, batía a Moll.
Fue la puntilla definitiva, ya no había tiempo para nada más. El Constància consolida su liderato, su imbatibilidad e inclusive bate el récord de partidos sin perder.