El Sporting pudo haber disputado ayer su último partido de la liga. La junta directiva decidió en una reunión celebrada el pasado viernes decir basta a Paco Segarra y su actitud de no consultar ni comunicar ninguna de sus operaciones en relación al club, a pesar de haberse comprometido a lo contrario hace un par de meses y de encontrarse en la isla el sábado día 7, un día antes de contactar en Barcelona con el inversor Fabio Cordella.
En la reunión de la junta, en que estuvieron todos los directivos salvo Miquel Olives, José Pons y Mati Borsot, se incidió en no permitir que los jugadores juveniles se incorporen a la convocatoria para el próximo compromiso en Sant Andreu para no desmantelar al juvenil y no cargar de presión a los chicos, y en no tramitar ante la agencia de viajes los billetes de avión ni la logística de cada desplazamiento.
Todo ello a condición de que, en estos días, se encuentre una solución en cuanto a la posibilidad de fichar, con un permiso especial de la Federación -algo prácticamente nulo- o que se encontrara el dinero necesario para afrontar las deudas, algo también complicado y pendiente del único acuerdo posible con Cordella, operación que no creen que se realice.
Sin los juveniles, la convocatoria se quedaría con once jugadores justos: Jeroni está lesionado e Ignasi cumplirá sanción. Además, ninguno de los que queda son porteros y no hay que olvidar que, en las dos semanas que quedan antes de cerrarse el plazo de fichajes, más de uno está ultimando con sus agentes fichar por otro club o, incluso, irse definitivamente a su casa aún sin equipo. En el plano inmediato, jugadores como Adrien Goñi, Lluís Micaló o Toni Corbella podrían ser las siguientes bajas.
La junta directiva tiene en cuenta la sanción económica que significaría no presentarse a competir, pero recuerda que ninguna de las deudas que tiene el club se está abonando, desde las mismas nóminas -cuatro meses, unos 117.000 euros hasta noviembre-, ni las sanciones acumuladas desde que se fue Lluís Elcacho -500 euros por partido-, ni los desplazamientos -unos 3.500 euros por viaje-, ni a los diversos proveedores, por lo que una deuda más no importaría... porque no se pagaría.
Según estos directivos, todas estas decisiones fueron comunicadas a Mati Borsot, a pesar de que el técnico, en la rueda de prensa de ayer, manifestó que si se va a Sant Andreu será con los juveniles. Asimismo, telefonearon reiteradas veces a Segarra, sin conseguir contactar con el presidente. Los directivos están a la espera de ver si llega a la isla hoy o mañana.