La indignación se ha instalado en el CE Ferreries hasta el punto que la junta directiva del club que preside Mingo Martí remitió anoche un escrito de protesta a la Federació de Futbol de les Illes Balears a raíz de los últimos arbitrajes porque considera que son inadmisibles y pueden acabar incidiendo en el descenso del equipo a la Regional Preferente. La paciencia se colmó el domingo con la actuación del árbitro mallorquín, Rotger Ramón, en el choque ante el Poblense. El colegiado anuló un gol al Ferreries, señaló un penalty en contra y obvió otro posible sobre el jugador local Tiago, entre otras decisiones controvertidas.
El entrenador del equipo, Joaquín Andújar, llegó a insinuar tras el partido ante los de Sa Pobla (0-2) si alguna mano negra en Mallorca no pretendía que la Tercera Balear se quede con la mínima representación menorquina la próxima temporada. El técnico del CE Alaior, David Moreno, también se ha quejado en reiteradas ocasiones por los arbitrajes que ha recibido su equipo. Curiosamente ambos equipos cierran la tabla clasificatoria y cada jornada que pasa se reducen sus opciones para conseguir la permanencia cuando faltan ocho jornadas para el final de la competición.
El presidente del club, Mingo Martí, se muerde la lengua "porque si dijera lo que pienso realmente, seguro que en Palma me sancionarían, pero esto no puede ser, ha es de juzgado de guardia lo que nos está sucediendo". Martí admite errores pero no que siempre perjudiquen al Ferreries. "No puede ser que las 300 personas que veíamos el partido del domingo apreciáramos una cosa y el árbitro o el juez de línea otra".
Martí no quiere afirmar que la trayectoria actual del equipo le conduzca al descenso por culpa de los arbitrajes recibidos, "me reservo esa opinión porque no quiero que haya consecuencias negativas pero tendríamos que poder decir todas las cosas". Y añade que "un árbitro puede hacer un desastre en un partido y se marcha a su casa sin que suceda nada y nadie lo sanciona, en cambio si un presidente o directivo puede ser sancionado según lo que diga". Por este mismo motivo el máximo mandatario azulgrana no quiere corroborar las insinuaciones de su entrenador en torno a la posible existencia de un perjuicio orquestado contra los equipos menorquines para reducir su cuota la próxima campaña en la categoría.
El Ferreries ocupa la penúltima plaza con 22 puntos, a 5 de la teórica salvación, y tiene claro que los errores arbitrales le han impedido sumar los puntos que ahora le mantendrían fuera de las tres plazas de descenso. Si el Manacor también baja de Segunda B a Tercera, serían cuatro los descensos, o incluso cinco, si el Sporting Mahonés finalmente consigue jugar en Tercera. Estos dos descensos podrían compensarse si algún equipo de Tercera División logra el ascenso a la Segunda B en las eliminatorias.