Cuando el colegiado decretó ayer el final del encuentro ante el Montuïri, se consumó el descenso del Alaior a Regional Preferente tras 33 temporadas ininterrumpidas en la Tercera División, el único club de toda la geografía nacional que había militado en esta categoría desde su reestructuración en 1979. Los jugadores albinegros se despidieron de su afición devolviendo los aplausos por su esfuerzo y porque el descenso estaba ya previsto desde hace muchas jornadas.
A diferencia del partido ante el San Rafael, en esta ocasión los hombres de David Moreno, vendieron cara su piel y con una dosis de suerte, hubieran podido sumar un punto. Un solitario gol, precisamente de Aitor Pons, un jugador de Alaior, en el minuto 61, dictó sentencia.
La primera parte fue de claro color visitante, donde Jesús se erigió como salvador. En la segunda mitad, se igualaron las fuerzas y los locales, tuvieron sus opciones, con Juli como exponente.
La primera llegada con peligro fue para los hombres de Óscar Troya en una combinación de Aitor y Femi, que Lucas Pou no supo definir. El mando del partido era visitante con claras ocasiones para marcar. El Montuïri mostraba su calidad en los metros finales pero le faltaba concretarlas. Aitor y Lucas Pou se encontraron con el guardameta Jesús que las abortaba con paradas de mérito. El Alaior se acercó con peligro al portal defendido por Octavi a balón parado. Un lejano golpe franco de Juli, se marchó fuera por poco.
Al Alaior le costaba hilvanar jugadas fiando todo el peligro con jugadas de estrategia. Los mallorquines seguían ejerciendo su dominio con destellos de calidad y de nuevo estuvieron cerca del gol. Femi se internó en el área pero Jesús volvió a cruzarse en su camino. Antes del descanso, Aitor dispuso de la más clara, y una mano milagrosa de Jesús evitó el gol despejando a córner.
Arrancó la segunda mitad con los papeles cambiados. Juli, de nuevo de libre directo, pudo avanzar al Alaior. La cruceta se puso de parte visitante evitando el 1-0. A pesar de la diferencia que se percibía en el terreno de juego, el Alaior, aunque sin llegar a dominar el partido, era otro acercándose a los dominios de Octavi. En un saque de falta lateral, se reclamó un posible penalti sobre Villa que el colegiado no observó. De nuevo apareció Juli, de golpe franco, y esta vez la barrera desvió su disparo a córner, rozando el palo.
Cuando más cómodo se sentía el Alaior, apareció Aitor, verdugo de su club de origen, en el minuto 61 y esta vez no perdonó el 0-1.
No se descompuso la escuadra albinegra. Ernest disparó y con los pies, Octavi evitaba el empate. Tuvieron la sentencia los visitantes ante un Alaior que vendió cara la derrota.
Al final no pudo el Alaior salvar un punto y ayer, día 22 de abril, se consumó su previsto descenso a Regional Preferente, tras más de tres décadas en Tercera División.