El Estadi Maonès disfrutó ayer de una tarde de goles que sirvieron para maquillar la falta de fútbol y en la que el Menorca salió airoso del intercambio de tantos (4-3). El Penya Ciutadella puso el físico y los azulgranas la picaresca. Un gol de Xisco, a 12 minutos del final, salvaguardó el triunfo en el último amistoso para ambos.
El duelo arrancó frío. El Penya Ciutadella manejó mejor el tempo y el balón. El mahonés Víctor Lebrero disfrutó de sus primeros minutos como jugador amarillo y lo hizo a penas bajó del avión. Buenos detalles dejó el centrocampista, escorado en la banda.
Con todo, el Menorca fue el que abrió la lata en una bonita jugada por la izquierda de la que salió un pase que remató Lluís Camps en el segundo palo en el minuto 37. No duró en exceso la alegría ya que dos minutos después Berto se encargó de igualar el duelo con un precioso chut de falta directa.
Tras el descanso los dos técnicos refrescaron el once con los habituales cambios. El Menorca pegó un arreón y logró dos tantos en cuatro minutos, el primero de Luis tras aprovechar un balón en largo, y el segundo de Lupón de penalti por unas manos cuestionables de un defensa ciutadellenc.
El colegiado compensó el choque señalando una rigurosa pena máxima en el otra área que sirvió para que Berto, en el 69, hiciera el 3-2. Dos minutos después Xavi Enrich remató un centro del bigoleador que fue el 3-3.
El triunfo lo decidió Xisco, a los 78 minutos, en una jugada individual que cerró una tarde entretenida y con goles.