En la previa del Mercadal-Manacor, insinuábamos ayer un secreto que al final resultó que no era tal. Era en todo caso un dato importante que no se quiso revelar porque antes había que doblegar al peligroso Manacor. Ganando ayer, el Mercadal igualaba el mejor comienzo de Liga desde la temporada 2009-2010, en la que se consiguieron 11 puntos en los primeros seis partidos, con una sola derrota.
Alcanzado el objetivo más inmediato, ahora ya se puede hablar de lo pasado y de la ilusión de los de Yeray Rodríguez para mantener esta trayectoria en el futuro. Aunque sea con muchas dosis de sufrimiento como ayer, frente a un rocoso Manacor, que no brilló precisamente por su alta escuela, pero sí por la imagen ambiciosa sobre el mojado y rápido sintético de Sant Martí. Pero ayer el Mercadal tuvo la fortuna de marcar sus dos tantos preciosos en momentos cruciales. Con 0-0, en tiempo de descuento de la primera parte, la mejor y más trenzada jugada de ataque culminó en un centro de Lacueva que Héctor envió a la red en un certero remate de cabeza. Era un casi inesperado 1-0, porque el primer período había carecido de ocasiones claras por ningún bando, había primado el futbol fuerza, la imposición del corazón sobre la cabeza y de la ansiedad sobre la necesaria paciencia. En contrapartida, en el bando local, aparte de la fortaleza defensiva que mucho tiene que ver con este gran comienzo de torneo, emergió un gran David Melià en su mejor partido con la rojiblanca, que no solo fue el amo del centro del campo, sino que oscureció a Barbón, la figura manacorí, al que solo vimos en lanzamiento de faltas, con maestría, eso sí.
Si este gol marcó el futuro del encuentro, más decisivo resultó aún el que supondría el 2-1. Había empatado el Manacor en el 63 por mediación de Pareja, uno de los tres cambios realizados a la vez por Jaume Mut en busca de una reacción de su equipo, en una rápida jugada que cogió desprevenida por primera vez a la magnífica defensa ayer del Mercadal. Todo lo táctico de la primera parte se sustituía ahora por un fútbol directo en el que los visitantes podían tener,con sus nuevas incorporaciones, cierta ventaja. Pero tres minutos después vino el definitivo golpe de efecto con un soberano tiro de Jeroni que clavó el balón en la meta de Sebastiá. Golazo del ferreriense que a punto estuvo de quedarse en un momentáneo éxtasis, porque solo un minuto después, en el 67´, Xisco Barbón aprovechó muy bien el hueco defensivo local para plantarse ante Barceló con todas las de ganar, tiró raso, pero surgieron los reflejos providenciales del meta para detener el remate y blocarlo férreamente. No era el día de Barbón, y además a partir de ahí entró con todo su peso en el partido el jugador número 12, el público de Sant Martí, que sostuvo con su ánimo al Mercadal, como pedía Yeray en la previa, porque el tramo final fue de gran emoción y lucha sin cuartel, para cerrar un triunfo de los que llenan de prestigio al vencedor por la calidad del rival y la importancia de los puntos.