De una forma menos brillante que en otros encuentros, el Penya volvió a superar a su rival de turno en Son Marçal y ya lleva la tercera parte de los puntos que le mantendrán en la categoría. El Isleño, que no había perdido ningún partido fuera de su estadio, quebró su racha en un partido donde no chutó ni una vez dentro de los tres palos y se fue de Ciutadella con un concluyente 3-0.
El partido fue muy pobre, sin apenas acciones brillantes, pero un nuevo penalti a favor -el cuarto, en los últimos partidos como local-, dio la ventaja necesaria al Penya para encarrilar la novena victoria en los diez partidos disputados ante su afición.
Sin un juego brillante pero efectivo el Penya va sacando sus partidos, sumando puntos, desde una defensa muy sólida y con una disciplina táctica bien trabajada. Incluso teniendo "figuras", como Berto, Zurbano o Llonga, el trabajo del conjunto es el que le reporta buenos resultados. Ayer hizo lo justo, pero es que su rival, y la mayoría que han pasado por Son Marçal, han hecho menos todavía.
Con Berto en las gradas lesionado, Mori optó de inicio por una doble delantera, con Quel y Zurbano, y Lluís y Omar -en lugar de Llonga- en las bandas. El inicio fue flojillo. El Penya lo intentaba pero no había forma. Una acción de Zurbano por la línea de fondo y un mal remate de Franco, fue lo único destacable de los primeros veinte minutos.
A partir de ahí el Penya mantuvo algo más el balón, con Marcos más cómodo y Lluís Simonet, gustándose. Con Quel de protagonista llegó la jugada del penalti, en un balón hacia su posición y derribo de Wuini. Rodríguez Quintero decretó penalti. Riguroso, pero once metros. Zurbano hacía de Berto, y marcó. Uno a cero sobre la media hora, y quince minutos hasta llegar al descanso que pasaron sin pena ni gloria.
En los primeros minutos tras el paso por vestuarios, el Isleño fue en busca del empate y casi lo tuvo en un remate de Franco que no se coló en la portería de Jesús de milagro. Fue la única y mejor ocasión del equipo pitiuso. A partir de ahí el partido empezó a morir. Sí, quedaba mucho, pero fue así.
Rápidos cambios del Penya -los tres antes del minuto 60- ,algo poco habitual en Mori, e intercambio de posiciones entre sus hombres. No hubo mucha mejora. Al final, Llonga como punta y Marcos de enganche. Tras varias ocasiones, Llonga de cabeza marcó tras el centro desde la esquina de Marcos.
Tres goles a balón parado y tres puntos. No hubo tiempo para más y se cerró la primera vuelta. El próximo sábado empieza la segunda con la visita del Sóller. Una nueva victoria, llevaría al Penya a celebrar el parón navideño de forma excepcional, si es que ahora mismo ya no lo es.