El Menorca cayó ayer el en el derbi balear ante el Mallorca por la mínima (3-2) en un encuentro con muchas alternativas en el marcador y en el que finalmente se impusieron los bermellones gracias a un gol de Álvaro a dos minutos del final.
El duelo fue muy intenso y con muchos goles en una matinal en el que el viento y el frío fueron los grandes protagonistas. El Menorca cayó, pero quizá lo más justo hubiera sido un empate. Un punto que le hubiera ido muy bien a los de Lluís Vidal pero que ven como acumulan cuatro derrotas consecutivas.
Una acción de Cedric abría el marcador en el minuto 4 y ponía en ventaja a los bermellones. Pero fue un dominio efímero porque el Menorca poco a poco fue igualando fuerzas, hasta que en el minuto 27 el colegiado Fornés Bover decretó un claro penalty a favor de los azulgrana, que transformó Marc Urbina para llevar el 1-1 al marcador.
El encuentro continuó con diferentes alternativas pero sin peligro ante las metas de Adrián y Tolo, y solo interrumpidas en el minuto 40. Pareja fue más rápido que los defensas rojillos, hizo un regate a su marcador y después al portero, se escoró en su palo derecho, chutó y cuando el balón entraba ya sin remisión, desde la misma línea de gol abortó el peligro Pep. Fue una lástima para el Menorca porque parecía un gol claro.
La segunda parte, sin ser brillante, tuvo de todo para que el partido fuera entretenido. En el minuto 47 se adelantó el Menorca en el marcador con un gol de Lluís Camps ante una defensa mallorquinista dubitativa. En el 50, Cedric se escoró a la derecha de Adrián pero éste desvió a corner.
Poco después, un defensa blaugrana cortó la trayectoria del balón con la mano y el colegiado castigó el penalty. Lo lanzó Cris y el portero Adrián blocó el balón abortando lo que pudo significar el empate. Volvió a intentarlo el Mallorca. En el minuto 57, James fue más rápido que los defensas, llegó hasta la línea de fondo y centró hacia la llegada de un Cedric que venía lanzado, pero este no pudo direccionar el cuero.
Pepe Gálvez movió su banquillo y los cambios dieron mayor potencial al equipo rojillo. En el minuto 82 llegaría el empate a dos, tras un centro de James que no controlaron los centrales y Cedric remataba a la red ante la desesperación del banquillo menorquín, que volvió a sufrir en las postrimerías del encuentro por una falta directa lanzada por Páez rozando el larguero blaugrana.
Todo parecía que terminaría en tablas. Al Menorca el punto no le parecía nada mal. Pero hubo un último centro al corazón del área, Domi no controló el esférico y, muy atento, el bermellón Álvaro puso el 3-2 ante la rabia de los menorquinistas. Dieron la cara ante uno de los grandes de la División de Honor y acariciaron el empate, pero errores puntuales les costaron los goles que les condenaron a encadenar la cuarta derrota consecutiva.
Al Menorca le queda tiempo para esquivar el descenso -sus rivales directos también perdieron- que ahora tienen a un punto. Pero la próxima visita a Maó asusta porque se trata del FC Barcelona.