El fútbol menorquín revivió épocas pretéritas este pasado domingo con la disputa del Menorca-Barça, de la División de Honor juvenil. La manifestación deportiva congregó a aficionados que llegaron desde todos los puntos de la Isla hasta registrar la mejor entrada en el remozado Estadi Maonès en los últimos 26 años.
Entre 1.200 y 1.300 personas ha calculado el club azulgrana que se dieron cita en el recinto para presenciar el que a la postre fue un gran partido de fútbol. De esta ingente cantidad de seguidores, 700 pasaron por taquilla lo que habría arrojado una recaudación de alrededor de 9.000 euros -la directiva aguardaba anoche que el tesorero confirmase la cifra-, apenas 600 euros menos que el récord histórico del CD Menorca que se registró en la temporada 1986-87 en un partido de Tercera División entre el entonces denominado CD Isleño y el Sporting Mahonés.
La asistencia sorprendió a la propia directiva que había previsto una buena entrada pero no de tamaña dimensión. El club había organizado un homenaje a sus equipos alevín F-7, dos infantiles, juvenil y regional como campeones de copa, lo que ya incrementaba el número de asistentes, pero se vio sorprendida por la respuesta de la afición menorquina. "Lo más importante es que hubo mucha gente joven en el partido, que es el futuro", recuerda el presidente, Ángel Río.
El CD Menorca cuenta esta temporada con 300 socios, al margen de las categorías inferiores a cuyos padres se recomienda también que se abonen al club.
La asistencia media a los partidos del equipo juvenil -entre 250 y 350 seguidores- es considerada como aceptable por la junta directiva, aunque el presidente admiten que esperaban una afluencia mayor considerando que la categoría en la que milita el equipo juvenil es una de las más atractivas del fútbol nacional después de la Primera División. Quedan por visitar Maó, entre otros, Zaragoza, Espanyol y Badalona, tres de los mejores equipos de la Liga.