"Se aprueba por unanimidad la disolución del Sporting Mahonés", concluyó Fernando Osuna, presidente, tras casi una hora y media de asamblea anoche en el Ayuntamiento de Maó . Inmediatamente después sonó un grito en la sala de plenos del Ayuntamiento que todos corearon: "Viva el Sporting". A rey muerto, rey puesto, o lo que es lo mismo muere el club fundado en 1979 para reencarnarse en el que se denominará Sporting Mahonés 1974, según acordó también la concurrencia -18 socios más los directivos actuales pero ninguno de los de la junta de Paco Segarra- ya fuera de la cita oficial.
Fue el epílogo de la muerte anunciada del club más laureado del fútbol insular desde que naciera hace 39 años. La deuda brutal generada durante la gestión del anterior presidente, asciende a algo más de 1.100.000 euros por lo que Osuna, presidente del club disuelto, propuso este paso ineludible "porque no nos queda otra salida, no podemos hacerle frente, no nos dejan inscribir a ningún equipo ni aún pagando la deuda federativa año a año, y si pudiéramos hacerlo tenemos todas las subvenciones embargadas y no podríamos competir en categoría nacional".
El mandatario y sus compañeros de junta realizaron esta propuesta de disolución que trae aparejada la creación de una nueva entidad tras haber hallado un resquicio legal por el que podrán esquivar el reglamento federativo que les inhabilitaba durante seis años para ocupar cualquier otra junta directiva, tal y como advirtieron gracias a la información publicada por este diario el pasado viernes. Según el registro de la Direcció General d'Esports la presidencia de Osuna es nula como también lo fue la de Paco Segarra, Antonio Gomila y José Bonet "porque las elecciones debían ser con listas abiertas y no cerradas como las hicimos. Por tanto, como no somos oficialmente presidente y directivos tampoco nos pueden inhabilitar", según la información que les había facilitado ayer mismo el abogado colaborador del club en Palma, Toni Fiol.
En todo caso, será la Federació Balear la que decidirá si acepta la presencia de estos directivos en el nuevo club. En caso de que los rechazara aplicando el reglamento se abriría un contencioso que demoraría esta solución aunque Osuna, en todo momento, alabó la colaboración que ha mostrado siempre el presidente de la FFIB, Miquel Bestard.
Si el registro del nuevo club no halla trabas, Osuna reveló que el técnico al que propondrá hacerse cargo de la categoría Regional es Elías Noval, "me siento en deuda con él porque yo estuve en su destitución, y además es un entrenador que ilusiona y arrastra gente", dijo, aunque puntualizó que respetará el contrato de Joan Villalonga como coordinador del fútbol base, ahora hermanado con el Sporting Illa de Menorca que continuará existiendo.
En suma, el camino que toma el Sporting es el mismo que han seguido otras muchas entidades de la geografía nacional. Eso sí, Osuna comentó al referirse a la deuda con proveedores menorquines que "trabajaremos para alcanzar acuerdos y solventarla porque yo quiero pasear por la calle con la cabeza alta".