Si alguna trayectoria sorprende en el arranque de la Tercera División 2013-14 esa es la del Penya Ciutadella Esportiva. Y es que después de cinco jornadas disputadas el equipo suma tres victorias que le han situado en la séptima plaza, empatado con el quinto, Llosetense.
El plantel de Dani Mori ha conseguido despejar dudas a partir de un bagaje, quizás insospechado. La última victoria frente al Ferriolense, llamado a merodear la zona media alta de la clasificación, supone la mejor inyección de moral para un grupo tan renovado y plagado de jugadores jóvenes.
Todo hacía presagiar que el desembarco de hasta quince nuevas incorporaciones iba a precisar, de salida, de un periodo de acoplamiento mayor. Si a ello le unimos la disponibilidad de un calendario más comprometido en el inicio -Binissalem, Alcúdia, Ferriolense, Poblense y Formentera- parecía lógico suponer que al Penya le iba a costar entrar en el campeonato.
La realidad ha sido bien distinta. El Penya ha sido capaz de ganar dos partidos en casa y uno fuera, con lo que ya mejora, prácticamente, los puntos que acumuló durante la mayor parte de la segunda vuelta de la campaña anterior. Es el mejor punto de partida para ganar confianza, autoestima y multiplicar la ilusión en aras a vivir una temporada sin agobios clasificatorios.
El próximo sábado el Penya Ciutadella encara una de las salidas más comprometidas del campeonato puesto que visita el Muncipal de Santa Eulàlia, campeón del año pasado, y otro de los firmes aspirantes al triunfo final, con permiso de su vecino, el Formentera de Luis Elcacho, y especialmente del Mallorca B que se muestra intratable en su regreso a esta categoría.
La directiva del Penya ha premiado al equipo con la opción de quedarse a pernoctar el sábado en Eivissa por la buena trayectoria liguera. La semana anterior también degusaron juntos una suculenta paella en Son Marçal.