Rubén Carreras está ante la gran oportunidad de su vida profesional como futbolista. El jugador alaiorense, técnicamente, es ya nuevo integrante del UE Llagostera, que el pasado fin de semana conseguía el ascenso a la Segunda División A por primera vez en su historia. Rubén puede dar un salto cualitativo en su trayectoria si el nuevo técnico del club catalán, Santi Castillejo, cuenta con sus servicios y el club respeta el contrato que firmaron ambas partes el pasado 9 de junio.
Carreras se había comprometido con el Llagostera aceptando la propuesta que le había hecho llegar el secretario técnico que era el propio entrenador, Oriol Alsina. Rubén viajó a la localidad gerundense y firmó un contrato para las dos próximas temporadas.
El nuevo entrenador, Santi Castillejo, y Gerard Escoda, nuevo responsable de fichajes, deberán determinar si cuentan o no con el mediapunta alaiorense que, en ese caso, debería firmar un nuevo contrato con otras condiciones ya que la Segunda División A está adscrita a la Liga de Fútbol Profesional.
El jugador se halla a la expectativa, consciente de la gran oportunidad que se le presenta, aunque sabe que cuando firmó ese documento contractual lo hizo con un club de la Segunda División B. El sorprendente ascenso a la Liga Adelante (Segunda A) cambia el escenario y es el Llagostera el que tiene la palabra, en negociaciones con el representante de Rubén.
«La idea era mantener el contrato incluso si había cambio de categoría, y me dijeron que iban a contar conmigo y por eso me decidí pero ahora, con el cambio de entrenador, vamos a ver qué sucede», explica Rubén, que no quiso extenderse más en declaraciones hasta que sepa exactamente a qué atenerse.
El hábil carrilero ha jugado la última temporada y media en el Constància de Inca con el que no pudo evitar el descenso pese a ofrecer un buen rendimiento. Rubén tiene ya una amplia experiencia en la Segunda División B.