Los aficionados que se acercaron al Municipal, retrocedieron en el tiempo recordando las brillantes tardes de fútbol que se vivieron sobre el césped, muy bien cuidado, que ayer volvieron a pisar jugadores que han pertenecido a la historia del Sporting Mahonés en una jornada de reencuentros.
La nostalgia por aquellos años de esplendor futbolístico regresó por espacio de algo más de una hora en un encuentro entre futbolistas de todas las épocas del desaparecido club y que giró en torno a Vicente Engonga, el mito del sportinguismo, que acaparó todas las miradas y la postrer sesión fotográfica con los aficionados. Engonga regaló, otra vez, magia con el balón en los pies, sonrisas dentro y fuera del campo y un golazo desde el círculo central al centenar de asistentes al evento.
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Falta el más grande de todos, "curro". Sin él los 39 años de historia del Sporting Mahonés no serían lo mismo. Sobra uno: Sintes, sin él el Sporting Mahonés seguiría vivo.