El Penya Ciutadella sella Son Marçal, cierra el terreno a cal y canto puesto que con el de ayer son ya cuatro los partidos de Liga que lleva disputados en casa y los cuatro los ha saldado con victoria.
La última llegó tras un choque austero en el que completó el trabajo en el tramo final del primer tiempo y sesteó en el segundo, contagiado por el ritmo de su rival, el Campos, que acreditó su clasificación en zona de descenso. Sin embargo, un sorprendente gol a un cuarto de hora del final motivó que los locales, pese a no haber sufrido en todo el partido, acabaran anhelando el final del mismo.
El Penya sabe a lo que juega y Dani Mori está mezcando juventud y experiencia -ayer debutó con buena nota Josep Sales- para extraer un magnífico rendimiento, especialmente como local. Ayer también tumbó al Campos, muy venido a menos respecto a temporadas anteriores.
Ni la baja de Llonga ni la sorprendente presencia inicial de su máximo goleador, Zurbano, en el banquillo, menoscabaron al equipo azulado que pronto tomó el mando del partido, especialmente gracias a las incursiones de Juanfran y Urbina por la izquierda, y el auxilio del joven Ametller, como media punta.
Primero Pau, en disparo desviado, luego Capó, de cabeza, fuera, avisaron al meta del Campos, Toni Mas. Pero fue Urbina, quien a los 35 minutos recibió de Juanfran para ganar la línea de fondo y cuando parecía que iba a centrar hacia atrás, sorprendió introduciendo el balón por el primer palo al fondo de la portería.
Solo cinco minutos después Juanfran hacía el 2-0 aprovechando que la barrera se abrió en el saque de una falta cerca del área. Justo antes del descanso el propio Juanfran estuvo apunto de marcar el tercero.
La segunda parte estuvo de más. Los cambios no mejoraron al Campos y en el Penya solo Jorge dio algo más de dinamismo al juego aunque solo un rempate de Capó en un saque de esquina rompió el letarlo hasta entonces.
Solo minutos después, a 13 del final, Pareja sorprendería a todos con un trallazo desde fuera del área que envió directamente al a escuadra. Llegaron ciertos nervios, apuros y algunas tarjetas pero el Campos no estaba para grandes empresas ante un Penya Ciutadella que sigue felizmente instalado en la zona alta de la clasificación gracias a su eficacia local.