El Mercadal ha adquirido la etiqueta de equipo grande, vence también sin jugar bonito, la fortuna le ha cogido cierto cariño, pero todo ello derrochando un generoso esfuerzo y con una confianza ciega convencido de que al final el premio caerá. La cita ante el Binissalem es el botón de muestra, no estuvo fina la escuadra rojiblanca ante un gran contrario que pudo golpear primero. El Mercadal sacó rédito a diez minutos claves para decantar un partido importante ante un rival directo al que aleja en cuatro puntos en la tabla. Nene facilitó el trabajo con su segunda amarilla y por esa banda se encaminó el choque. Un David Mas en plenitud –segundo doblete– abrió el camino hacia el triunfo que cerró el propio capitán en un contragolpe perfecto.
El 2-0 deja varios apuntes en el haber del Mercadal; la versatilidad de la plantilla propicia que ante algunas ausencias sus plazas sean cubiertas sin problemas; caso ayer de Víctor, que se fajó junto a Toni en la medular o de Calero, que brilló jugando por dentro. La otra nota positiva, pese a sufrir ayer ocasiones del Binissalem y ceder hasta once saques de esquina, es que Jesús Sastre sigue imbatido en Sant Martí y el equipo lo ha ganado todo al amparo de su hogar. Impecable.
El partido no fue brillante, el Mercadal salió mandando pero no logró imponerse en la zona ancha. Buscó las bandas, más la derecha con David Mas y el apoyo de Joel, pero no cargó sobre la izquierda cuando Nene tenía amarilla desde el primer minuto. La batalla en la zona ancha, con escasos espacios, la fue ganando el Binissalem aunque ambos conjuntos se perdieron en imprecisiones. El partido despertó con una falta lanzada por Forteza que dio en el palo (25'). Los de Tomeu Pons crecieron y en un córner, el vuelo de Jesús evitó el 0-1 tras el cabezazo del veterano Toni Salas. Una diagonal sobre Xiscu convertida en fuera de juego inexistente dio paso al descanso.
El susto volvió a visitar a los locales. Forteza le ganó la posición a Dani y cruzó fuera ante Jesús. Del 0-1 al desenlace definitivo; Nene se fue a vestuarios, Calero jugó con Pepo que la puso para el poderoso testarazo de David Mas. Un córner visitante originó el 2-0, contra rápida con Calero y Xiscu que finiquitó David Mas. El Binissalem no se rindió pero el marcador era una losa grande y no pudo batir a Jesús.