El tiempo apremia. Otra vez. En esta caso para el nuevo proyecto del Sporting de Mahón de la Liga Femenina Autómica. Víctima, junto con el Atlético Jesús ibicenco, del agravio comparativo -o discriminatorio- de la Federació de Futbol de les Illes Balears, reacia en un principio a incluir a ambos equipos en el acuerdo alcanzado con el Govern Balear y la compañía aérea Air Europa para asumir, por parte federativa, los gastos generados por los desplazamientos interislas hasta el mes de enero.
Fijado, definitivamente, el inicio de la competición para el 11 de octubre -en el campo del Santa Ponsa en el caso sportinguista, el entrenador Tolo Bagur convocó ayer a la primera sesión de la pretemporada a las jugadoras disponibles hasta la fecha.
Para el nuevo técnico blanquiazul, que sustituyo este curso a Miki Gomila, la incerteza en las fechas -la federación planteó empezar en enero- ha generado no pocos problemas. «Nos va a faltar alguna semana para alcanzar la pruesta a punto idónea para la primera jornada de la competición», reconoce, «pero habrá que adaptarse a las circunstancias para llegar en las mejores condiciones competitivas posibles».
La igualdad liguera que prevé el preparador sportinguista no restó pretensiones clasificatorias, sin presión, tras quedarse el curso pasado en a las puertas del ascenso a la Segunda Nacional.
«El mercado mallorquín se mueve mucho cada año y es dificil definir, de entrada, el nivel de los rivales», explica Bagur que no duda en fijar como objetivo primero «llegar al final de la temporada con opciones de disputar el título». Libertad para soñar.