Los Pinos acoge el duelo de vuelta entre el Alaior y el Génova (12 horas, David Pons) que, tras el contundente 0-4 de la ida, debería servir para que los albinegros atasen el pase a la eliminatoria definitiva. Los 'milagros' deportivos siguen –cada vez menos– vigentes y en Alaior no dan nada por hecho, por respeto al rival y porque su ADN ganador se lo impide, del mismo modo que el conjunto palmesano se aferra a sus pequeñas opciones.
Pere Barber (25), futbolista todo carácter que simboliza el espíritu aguerrido del Alaior, tampoco lanza las campanas al vuelo y su discurso es idéntico al vertido desde el interior del vestuario, «no podemos relajarnos, hay que salir como si fuera una final, ellos vendrán a por todas. No nos confiamos, no está sentenciado, hay que jugarlo» afirma el polivalente lateral.
Prohibido relajarse
El 0-4 de la ida marca la cita de este domingo al mediodía pero Pere tiene claro que «será un partido difícil, si te relajas y te marcan, se puede complicar, el resultado que sacamos fue muy bueno y la euforia la hemos controlado» señala. El alaiorense, que solo ha cambiado su zamarra albinegra para vestir la del Ferreries en su último año de juvenil, apunta sobre el Génova que «allí no nos hicieron daño, tienen un par de futbolistas de calidad en la medular y gente rápida arriba. ¿El ascenso?. Hay ilusión en el vestuario por subir, tenemos que ganarlo en el terreno y luego ya sería cosa de la directiva y socios.
El Génova, que llegó este sábado via marítima, persigue algo que se antoja imposible, una remontada de escándalo. El técnico, Sebastià Llaneras, apunta que «no esperábamos un 0-4, fue el típico partido que no nos sale nada y a ellos sí. Fueron mejores y justos vencedores». El preparador de Esporles apela a aquello de que «en fútbol no hay nada imposible, aunque sí, está muy complicado. Intentaremos competir al máximo y que las cosas nos salgan mejor».
Sobre el Alaior, el técnico mallorquín valora que «me pareció un equipo bien trabajado, que sabe a lo que juega, fuerte atrás y con jugadores de calidad de medio campo hacia adelante, será muy difícil». Cuestionado por la alineación de la ida, Llaneras afirma que «no fue tan exagerado –los cambios– como se quiso hacer ver, hay gente que no ha venido en todo el año a vernos y se quejan el día que acuden. Solo hubo tres, aunque con el 0-2 el equipo no reaccionó» concluye.