La situación del Mercadal es insólita si nos atenemos a la gloriosa trayectoria competitiva más reciente del equipo de Sant Martí. Sin embargo, la última derrota -séptima consecutiva- en el campo del Constància (4-1) le ha ubicado por primera vez este curso en una plaza de descenso. «Estamos metidos en el pozo», reconoce el presidente Pablo Prieto, quien al mismo tiempo se declara «convencido de sacar adelante la situación».
La empresa, a seis jornadas para agotar el calendario, es harto complicada por la inercia que rige el destino actual del grupo que dirige Lluís Vidal y los intereses de buena parte de los rivales con que se cruzará hasta el día 14 de mayo. Y a tenor de que la junta rojiblanca desestimó en su momento -por convicción y por falta de recursos, según los casos- utilizar el comodín del cambio de entrenador o de invertir en más refuerzos en el mercado de invierno -Carlos Saura fue un bluf-, el revulsivo tiene que surgir de la «tripulación» actual.