El centrocampista llucmaçaner Xavi Sintes Egea (2001) se convirtió el pasado mes de enero en el foco del deporte menorquín, a raíz de su fichaje por el Real Madrid, acordado entonces para la temporada que agota ahora sus primeras semanas –lo que implicó su continuidad en el Mallorca, en condición de cedido, hasta la conclusión del curso 2018/19–. El canterano menorquín, que desde que en el albor de 2017 fue reclamado por la selección española sub 16 despertó la atención de diversos scouters del fútbol nacional, conseguía así recalar en una de las factorías y entidades más selectas, sino la que más, del panorama futbolístico mundial.
Discurrida una suficiente franja temporal desde que aquella operación se materializó, así como sus primeros tres meses en la capital y en el juvenil ‘A' del Madrid, no cabe duda de que el prospect menorquín no solo ha respondido a las expectativas que su fichaje por la ‘casa blanca' pudo generar, sino que ha mostrado una plena capacidad de adaptación y aclimatación al nuevo medio. No en vano, su impacto de blanco fue inmediato, como ilustra su designación como mejor defensa del torneo sub 19 Mladen Ramljak de pretemporada celebrado en agosto en Croacia, que reunió a conjuntos como el Feyenoord neerlandés, el Grasshopper helvético, el Olimpija de Ljubjana, el Dinamo de Zagreb o la selección croata juvenil, o su inclusión en varios amistosos veraniegos del Real Madrid Castilla, filial madridista, dirigido por el mito blanco Raúl González.