El Atlético Villacarlos sigue reñido con la victoria y sumó un empate con sabor a decepción frente a un Cornellà que jugó en inferioridad desde el minuto 37 en un partido donde las mejores ocasiones fueron visitantes, dos balones a la madera antes de la expulsión de David, que pusieron más intensidad y gobernaron el duelo durante muchos minutos después del descanso. Tercer punto para el equipo de Joan Melià, huérfano ayer de clarividencia ofensiva y sufriendo ante la calidad y envergadura del rival que en los quince minutos finales se pudo llevar el triunfo de no mediar algunas intervenciones de Sergio o la falta de acierto en el remate de los catalanes.
El Atlético Villacarlos comenzó con ganas, apretando arriba pero el grupo de Gonzalo Riutort salió airoso de la presión y el choque discurrió parejo e intenso. Un tiro al palo de Álex (11') abrió las hostilidades respondiendo Muñoz con un envío que acarició la escuadra tras una contra. El Cornellà, con un peligroso Leo, dominador en el juego de espaldas cara a meta, se encontró otra vez con la madera en un nuevo tiro de Álex (25'). Melià modificó posiciones de algunas piezas, los de Es Castell se entonaron y en una jugada individual de Andreu, su centro lo cabeceó Arthur a bocajarro salvando León el gol que ya se cantaba (33'). La gran ocasión antes de seguir sufriendo en nuevas acciones a balón parado aunque la expulsión de David hacía albergar esperanzas para el Villacarlos de cara a la segunda parte para estrenar el casillero de triunfos.
El inicio fue el esperado. Los amarillos metieron atrás al Cornellà y buscaron el portal de Leo pero sin generar esa ocasión para abrir el marcador. Superado el cuarto de hora y con los cambios introducidos, el Cornellà, fue creciendo, se adueñó del balón con Aschalew incansable en la medular para jugar más en la parcela local ante un once que no reaccionó y se salió del partido de forma lastimosa. En la recta final, Sergio sostuvo al equipo sacando dos remates a Leo mientras Zaid fallaba en boca de gol lo inexplicable. Una acción puntual de Joan Bosch despertó tímidamente al Villacarlos que vio como Jair se cruzó de forma providencial ante Aschalew para evitar el 0-1 que, además, habría sido justo.