El mundo del fútbol menorquín y balear lloran la inesperada, dolorosa y rápida muerte de José Fluvià 'Pío', quien ha fallecido este jueves día 9 de diciembre, cuando estaba a punto de cumplir los 80 años. 'Pío', personaje entrañable del mundo del fútbol, desempeñó durante muchos años las funciones, primero de brillante jugador y posteriormente de entrenador, siendo un fijo en los banquillos menorquines de Tercera División, en algunos de los clubes más destacados de finales del siglo pasado.
'Pío', nacido en el año 1941, se formó como jugador en el Minerva y en el club de sus amores, el Atlètic Ciutadella, donde en los años 70 fue uno de los referentes de algunas de las mejores plantillas que ha tenido la entidad bermellón en el Municipal de Sant Antoni. Sus enormes capacidades y posibilidades con el balón en los pies, jugando de carrilero, le llevaron a saltar el charco y a fichar la temporada 1962-63 con el RCD Mallorca de la Primera División, donde jugaría una temporada. Fue tras debutar con el Atlètic, a los 18 años, en Tercera. Posteriormente, recalaría en el Hércules de Segunda División (1963-64) y en el Manresa y Figueres, también de plata, para engrosar luego la nómina de brillantes jugadores bermellones en Ciutadella, junto a los Epi Medina, Paco Serrano, Alejandro Alonso, Godoy y compañía.
Ya como entrenador, pasó por los banquillos de su Atlètic Ciutadella, CE Ferreries, UE Sami, Isleño y CE Alaior, clubes donde dejó su impronta, siempre con su mítica silueta en el banquillo, de pie, apoyado en el banquillo; siempre con un cigarrillo medio encendido. Muchos años en Tercera División principalmente y en la Regional, en los que entrenó a innumerables jugadores de la Isla, de entre los míticos de las últimas décadas.
Fue sin duda 'Pío' un jugador y sobre todo un técnico muy querido, respetado y apreciado por todos los futbolistas que estuvieron a sus órdenes. Con las ideas siempre muy claras de lo que quería de sus equipos en el terreno de juego, con el concepto muy claro del fútbol y siempre muy consciente de la plantilla que tenía y a qué podía y debía jugar.
Entrenador de carácter, siempre quiso exprimir al máximo las habilidades y posibilidades de sus discípulos, con su particular y sonora voz. Un 'Pío' que hasta hace pocos años todavía se dejaba ver en el Municipal de Sant Antoni, incluso cuando el Atlètic, su segunda casa, pasó sus peores años, siempre tendiendo la mano a sus dirigentes.
El fallecimiento del jugador y entrenador ha causado un profundo dolor en el mundo del fútbol, sobre todo en Ciutadella, su ciudad, donde la noticia ha causado una honda consternación.