El Mercadal derrotó al Sóller en la tarde de ayer domingo en feudo mallorquín, 1-2, con goles de Miquel Capó y Guillem Martí, y consigue romper así una racha de casi dos meses sin conocer la victoria y cerrar el año por encima de los puestos de descenso; el cuadro rojiblanco es ahora décimo cuarto, después de 20 jornadas disputadas, sin lugar a dudas su mejor regalo de Navidad.
La victoria, además, sirvió para romper el maleficio que hasta ahora parecía perseguir al Mercadal en los partidos con final incierto, y en esta oportunidad, tras encajar el empate en el minuto 87, el equipo menorquín se rehizo y de inmediato, en el 89, logró el 1-2, convertido por Guillem.
El Sóller, en sus nueve partidos previos como local había ganado siete y empatado uno (solo el Mallorca B había sido capaz de llevarse los tres puntos del terreno ‘solleric'), lo que concede mayor mérito al triunfo. La primera mitad fue un toma y daca por parte de los dos equipos. El Sóller, provisto de mucha envergadura, trataba de hacer daño en acciones a balón parado y en el juego por alto, pero el Mercadal supo resolver bien esas situaciones e incluso, por medio de Dalmedo (que junto a Rubén, hizo una buena labor en la medular) tuvo una opción para marchar al vestuario con ventaja.
En la reanudación, el árbitro, el menorquín Santi Cardona Mascaró, anuló un gol a David Camps por supuesto fuera de juego; sin embargo, en el 68, el tanto de Miquel Capó sí subió al marcador. Tras el 1-1 de Bestard, en el 87, el Mercadal, lejos de descomponerse se reactivó, insistió y por medio de Guillem, en el 89, encontró el justo premio (1-2).