La segunda etapa de Lluís Vidal al frente del Mercadal dispone de su primer capítulo a mediodía de este sábado, en el campo de Sant Martí, con motivo de la jornada 31 en el grupo balear de Tercera División (12.30 horas). Un arranque, en el caso del preparador mahonés, asimismo provisto de una exigencia máxima, puesto que se produce con el equipo en zona de descenso y el rival en liza, el Inter Ibiza, es décimo séptimo con 28 puntos, siendo el equipo que antecede al menorquín en la clasificación y por tanto, un adversario directo en la carrera por la permanencia en la categoría.
Después de dos semanas sin competir, tras el parón de alcance balear promovido por los árbitros que abortó la disputa de la jornada en el fin de semana anterior, en la que el conjunto menorquín debió jugar en feudo del Campos (su anterior intervención ocurrió el 12-F contra el Felanitx, ante el que sucumbió por 0-1, lo que terminó por precipitar la salida de Pere Vadell), el Mercadal encara lo que en palabras de su nuevo técnico, es «casi una final».
Y el razonamiento de Vidal desborda de lógica, pues en función del perfil y situación del rival en la clasificación, tan próxima a la del Mercadal, el escaso margen que resta de aquí a que la liga agote (apenas un tercio del calendario), así como el hecho de actuar en casa, donde además el equipo menorquín convive con la urgencia de erradicar su mala inercia en condición de local (un factor igualmente determinante en las cábalas por la salvación y que hasta ahora, por contra, ha repercutido en forma inversa), conseguir certificar un triunfo equivaldría a trazar un paso importante hacia el objetivo de retener la plaza en Tercera para la próxima temporada. Igualmente, en términos anímicos, intangible en el que el Mercadal tampoco anda sobrado, la victoria destacaría como una inyección de moral.
El hecho de no jugar en Campos ha obligado a postergar en siete días el reestreno de Vidal con el Mercadal, lo cual ha incrementado el margen para preparar lo que viene, si bien el técnico no ha tenido tiempo por tanto «para ver la reacción» del colectivo en un plano competitivo a raíz de su llegada, y siempre ha sido partidario «de que los partidos se jueguen y de no romper la dinámica competitiva», reconoce Vidal que la coyuntura ha sido idéntica «para todos los equipos», y en ese sentido no adivina ningún tipo de desventaja.
En cuanto a la jornada de este fin de semana, Vidal analiza que «de no ganar todo sería más difícil», y no rechaza que lograrlo, además de los tres puntos y de superar al Inter Ibiza en la clasificación, unido a resultados de ‘terceros' que también podrían darse esta semana, «quizá nos permitiría dar un pequeño salto», desliza el técnico. «Pero lo fundamental es ganar, no estar pendiente de otras cosas, y somos conscientes de que casi todos los partidos que nos quedan de aquí a que concluya la liga serán finales», abunda Vidal».