Miguel Ángel Sintes desborda satisfacción. Siete años en la directiva, los últimos cuatro como presidente, el exjugador y dirigente no solo celebra la consecución del título de Liga Regional, primero del siglo XXI y desde 1986 que conquista el CD Menorca, sino también la progresión que ha experimentado la entidad, a todos los niveles, durante el último lustro y pico. «Cuando llegamos, la situación económica era como para irnos por piernas», recuerda, y por otro lado, y por encima de cualquier análisis u otras consideraciones, el mandatario pone de relieve dos preceptos básicos para dar comprensión al éxito del colectivo que dirige David Roig: «compromiso y trabajo».
«Estamos contentos por el título, por supuesto, pero en líneas generales estamos satisfechos con todos nuestros equipos; el cadete ha subido a Liga Balear, el juvenil está afianzado en Liga Nacional, también en otras categorías los resultados y la mejora de nuestros jugadores está ahí», revisa Sintes, que, preguntado en concreto por la conquista deportiva del primer equipo, subraya que «aquí ningún jugador cobra y el compromiso de la plantilla es absoluto, y esa sí es una satisfacción brutal, ver la implicación de los chicos, su día a día…».
Suscribir un cénit deportivo como el del sábado previo adquiere una dimensión superior considerando el punto de partida del equipo, que hace ahora justo cinco años, en mayo de 2017, dejó de competir al verse abocado a un cese temporal que se prolongó un bienio a causa de la delicada situación económica que atravesaba el Menorca (con un déficit de más de 80.000 euros). «Retirar el equipo de Regional no fue una decisión fácil, pero en esos días no podíamos ni pagar el butano», reflexiona Sintes. «Me reuní con los jugadores y les expliqué la situación; hubo gente que la entendió, otros no, igual que con los aficionados, con los socios, a algunos no les gustó… pero en definitiva se trataba de salvar el Menorca, la situación económica del club en esos momentos era como para huir, para salir por piernas», abunda el presidente azulgrana, que se felicita por el ‘plan de choque' que junto a Tom Blanco, mandatario entre verano de 2016 y abril de 2018, trazó para recuperar la viabilidad del club, muy cuestionada tras el fin de ciclo de Ángel Río.
«Regularizamos la estructura del club, que estaba realmente mal, y hemos implantado un modelo de cantera que hace que todos los niños quieran jugar aquí, no vamos a buscar a nadie, la gente viene por deseo propio, subimos los precios de las cuotas y nadie se queja…», detalla Sintes. «Tenemos una gran estructura deportiva; entrenadores, fisios, preparadores físicos… y eso es posible porque el club ha sabido generar recursos», abunda.
Retornando al primer equipo, el principal tema de actualidad durante estos días en el mundo del deporte insular, Sintes indica que «ojalá este título se hubiera logrado el año pasado, en que el ascenso a Tercera era directo», una afirmación que delata que la ambición del Menorca no se detiene con este éxito liguero. «Claro que queremos subir, y más por los chicos que por mí; este equipo es como una familia y se merecen lo mejor», aclara.
«Si subimos, tengo claro que no hipotecaremos el futuro del club, iríamos a Tercera con un proyecto realista, pero ahora tampoco tiene sentido especular. Vamos a ver qué rival nos toca en la primera ronda, a partir de ahí, ya se verá lo que viene».
Semana previa
Y sobre como se vivió en el Estadi Maonès la semana previa a la consecución del título, y más tras perder la opción de ser campeón de penalti y en el descuento en Es Migjorn. «Fue duro perder así, pero no fue una semana difícil por eso; había ‘buen rollo' en el club, confianza, se entrenó muy bien, y prefiero haber ganado el título en casa, lo que vivimos tras ganar al Ferre con nuestra gente, no lo cambio por nada», concede Sintes, convencido además de que «el título es merecido, no creo que nadie pueda ponerlo en duda».
Por último, preguntado por si su permanencia en la presidencia del Menorca tiene fecha de caducidad, Miguel Ángel Sintes responde de modo enigmático. «La directiva lleva siete años trabajando mucho, y creo que es bueno que haya un relevo en las directivas de los clubes», sentencia.