El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha asegurado que el escándalo tras su beso a Jennifer Hermoso en la entrega de premios del Mundial femenino conquistado por la selección española ejerció como cortina de humo para «tapar cosas más importante». El exdirigente, que fue inhabilitado tres años por el Tribunal Administrativo del Deporte, ha sostenido que el beso fue consentido y ha afirmado que las jugadoras le pidieron «la cabeza de Jorge Vilda» y que se vengaron por no aceptar sus exigencias.
«Mi caso, durante dos o tres meses, es altamente explicable para justificar que se hablara poco de otras cosas más importantes», ha manifestado Luis Rubiales en una entrevista con el 'youtuber' Alvise Pérez. El que fuera presidente de la RFEF, que también protagonizó otra serie de episodios polémicos durante su mandato como presidente, ha realizado estas valoraciones en alusión a una amnistía sobre la que se ha posicionado en contra como «muchos votantes de izquierdas» que no entienden la medida.
Luis Rubiales ha insistido durante la entrevista que el beso a Jenni Hermoso «fue consentido». «Le pregunté y me dijo 'vale', pero los medios de comunicación tienen la orden de decir que no lo era consentido», ha subrayado al mismo tiempo que ha acusado a la propia jugadora el Pachuca y al resto de internacionales españolas de mentir. «Las jugadoras mienten: sí que me pidieron la cabeza de Vilda. Como no se la di, vieron la oportunidad y se vengaron», ha afirmado.
Las declaraciones de Luis Rubiales se producen apenas unas horas después de que la publicación Hersport sacara a la luz detalles de un informe de la FIFA en el que se pone de manifiesto que, además de a Jenni Hermoso, el expresidente de la RFEF «aparentemente besó con fuerza a otra jugadora», que según este medio irlandés sería Lucy Bronze.