La presencia del rey Felipe VI en el palco de La Cartuja para presidir la final de la Copa entre el Athletic Club y el Mallorca y el himno de España han sido recibidas con una acusada pitada de buena parte de los 60.000 espectadores que llenan el estadio sevillano.
La mayoría de la pitada procedió de la afición del Athletic de Bilbao, que ocupa las dos terceras partes de las 60.000 localidades de La Cartuja, en cuyo palco estaban, entre otros, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y la vicepresidenta del Gobierno María Jesús Montero. Pese a la potencia de la megafonía, el himno ha sido solapado por los cánticos mayoritarios de la afición bilbaína.
La pitada se ha producido pese a que el Athletic Club había solicitado a sus aficionados presentes en Sevilla «abstenerse de realizar actos o manifestaciones que se puedan considerar una falta de respeto, incluido el momento del himno previo».