Con la convocatoria olímpica recién salida del horno, Álex Abrines compareció en su campus de baloncesto, que tiene lugar estos días en el polideportivo de Muro, con una amplia sonrisa y feliz por la llamada de Scariolo para los que serán sus terceros Juegos. Una llamada en el aire por la lesión que le hizo perderse el Preolímpico de Valencia, uniéndose en otra lista histórica a los también baleares Rudy Fernández y Sergio Llull.
Acompañado por el alcalde de Muro, Miquel Porquer, y los regidores Tolo Moranta, Bàrbara Amorós, Mari Carmen Martínez y Andreu Cantarellas, el jugador del Fútbol Club Barcelona agradeció el apoyo de la localidad y su ayuntamiento a la hora de brindarle «unas excepcionales instalaciones» para dar cobijo a los jóvenes que participan de la actividad, que en palabras del primer edil de Muro «supone una gran oportunidad para trabajar la base, que es lo más importante, además del baloncesto».
Dejada atrás la lesión muscular que le impidió participar en Valencia -«me temí lo peor al principio y me veía fuera», confesaba-, pero con toda la precaución del mundo antes de incorporarse al grupo el próximo lunes, Abrines reconoció que vivió «con muchos nervios» el Preolímpico, en el que pudo ser testigo de la clasificación para París 2024 y la gesta de Rudy Fernández, que competirá en sus sextos Juegos de manera consecutiva, un hecho único en el baloncesto masculino mundial. «Será imposible ver algo así. Él empezó muy joven y clasificar a varios Juegos Olímpicos no es fácil, y menos seis veces seguidas», asegura, a la vez que destaca que es «un honor» poder jugar y aprender cada día de una leyenda del deporte de la canasta, de quien destaca «su compromiso» con el equipo nacional.
Agradece a Juan Núñez, descartado en su lugar en la lista de 12 para París, su dedicación, y a la vez reconoce que afronta sus terceros Juegos «con mucha ilusión, sabiendo que será complicado el grupo que nos espera y los cruces también. Pero somos España, vamos a pelearlo y con una medalla creo que todos los conformaríamos en este momento».
Desde Muro, apuesta Abrines por España en los Juegos «porque siempre está ahí, como en 2022, cuando se ganó el Eurobasket y nadie apostaba por nosotros», sin dejar de lado que les espera un grupo duro en la primera fase: Australia, Grecia y Canadá. «Será importante cada partido, cada victoria, para estar entre los dos mejores o entre los mejores terceros, y en los cruces, ya veremos, porque puede pasar cualquier cosa. Toca ir partido a partido y creer en este grupo».
Tras una temporada en blanco con el Barça y con un nuevo relevo en el banquillo -Joan Peñarroya recoge el testigo de Grimau-, la selección es un bálsamo para Abrines, que espera el próximo curso «poder ganar el mayor número de títulos» con su club.
No sienten presión Abrines y el resto de la selección de cara a París 2024, «porque es un sueño estar ahí. Hemos hecho lo que se nos pedía, clasificarnos. Tal vez somos menos favoritos o no lo somos, pero vamos a competir cada partido, todos y cada uno de ellos», destacando el paso al frente que siempre da Estados Unidos en las apuestas, pero también a otras selecciones como Francia, Alemania, Serbia, Canadá o Australia.