Quedan horas para que el río Sena sea escenario de un evento único, de la primera ceremonia inaugural de unos Juegos Olímpicos que saldrá del estadio para sumergirse en la ciudad anfitriona. París 2024 cuenta las horas para echar a andar. La cita será del 26 de julio al 11 de agosto, aunque la participación balear entrara en acción en las dos jornadas previas y con el fútbol como protagonista.
Por delante, poco más de dos semanas de emociones fuertes en una cita marcada por la extrema seguridad, la amenaza terrorista y la reaparición de Eufemiano Fuentes una semana antes de la apertura para insinuar una trama de dopaje de Estado en Barcelona 92. Dieciséis días en los que veintiún isleños -18 mallorquines, dos menorquines y un ibicenco- pelearán por la gloria y darán forma a la mayor delegación balear de todos los tiempos, superando a de los 19 de Tokio 2021.
Competirán en ocho modalidades deportivas (baloncesto, tenis, ciclismo, natación, gimnasia artística, fútbol, piragüismo y vela) y siete mujeres elevarán la cuota femenina hasta unos números jamás vistos, siendo algunas de ellas claras favoritas al oro en unos Juegos que serán de los más dispersos de la historia. Porque no sólo habrá deporte en París. Lyon, Burdeos, Nantes, Marsella, Lille... hasta Tahití, la subsede más alejada de toda la historia olímpica y escenario de las competiciones de surf viivirán la magía de los Juegos que suponen su regreso a Europa tres ciclos después de Londres 2012.
Balears será la séptima región en cuanto a aportación al equipo español, el segundo más numeroso tras Barcelona 92, con 382 clasificados. Uno de ellos, el piragüista Marcus Cooper Walz, tendrá además el honor de ejercer de abanderado en la ceremonia a apertura del 26 de julio. Compartirá cartel con la regatista Támara Echegoyen -compañera de Paula Barceló en el 49erFX- y seguirá los pasos de Rafael Nadal, portador de la enseña española en Río 2016. Y podría no ser el único abanderado, pues la opción de que Rudy Fernández lo sea en la clausura está sobre la mesa.
Porque el baloncestista palmesano, de 39 años, será uno de los nombres propios de París 2024. Serán los Juegos su despedida, con su sexta participación, que le convertirán en el único jugador masculino con esta cifra (la estadounidense Diana Taurasi sumará también seis) de la historia. Rudy lidera una selección de nuevo con triple cuota balear: Sergio Llull y Álex Abrines se han sumado a la lista de Scariolo ante el reto de volver a pelear por medalla, la que sería la cuarta del gran capitán.
Se va Rudy, que colgará las botas tras los Juegos. Pero también serán los últimos para otros nombres propios de la generación de oro del deporte balear. Alba Torrens, Rafael Nadal, Mavi García, Sergio Llull, Albert Torres... Referentes mundiales en baloncesto, ciclismo o tenis, encaran París 2024 como su despedida olímpica ante un escenario muy lejano como es Los Ángeles 2028.
La baloncestista de Binissalem, además, se convertirá en la deportista balear con más participaciones, cuatro, rompiendo el empate con la ciclista Marga Fullana y la nadadora Melani Costa, además de igualar a Laia Palau con esa marca en la recta final de una carrera deportiva que sitúa a Alba Torrens entre las más grandes del deporte de la canasta, de cuyo cuello colgará siempre la plata de Río.
Aunque si un nombre brilla por encima del resto es el de Rafael Nadal. Ha preparado a conciencia su cuarta participación, tras un año de dudas e incertidumbres. En Roland Garros, su escenario fetiche, allí donde alzó 14 veces la Copa de los Mosqueteros, el tenista de Manacor pretende pasar a la leyenda. En el cuadro individual, pero especialmente en un doble en el que formará una pareja de ensueño junto a Carlos Alcaraz. El de Manacor ya sabe lo que es ser campeón olímpico en ambos cuadros y sueña con colgarse su tercer oro y romper una barrera inédita. Otra más.
Si por un lado son los Juegos del adiós, también son los de la consolidación de un grupo de deportistas que lleva años en primera línea y pretenden afianzarse en París. Si Marcus Cooper Walz busca doblar su número de medallas en K4 y K2, Hugo González de Oliveira tiene la oportunidad de ser medallista o campeón olímpico de natación, a la par que la regatista Paula Barceló perseguirá la única medalla que falta en su palmarés en 49erFX. Nicolau Mir será clave para asentar a España entre los mejores equipos de gimnasia artística del planeta y las futbolistas Mariona Caldentey, Patri Guijarro y Cata Coll tienen ante sí la oportunidad de conseguir algo inédito: un triplete de oro mallorquín. Siguiendo así los pasos de Soler y Vidal en Barcelona 92.
Para muchos, París 2024 supondrá su bautismo olímpico. Su puerta de entrada y la posibilidad de presentarse ante el mundo con potenciales estrellas. Nacho Baltasar, con 19 años, aspira a ser el medallista balear más joven de la historia en vela (iQFOiL), mientras que Joan Toni Moreno (C2 500) recibe el encargo de suceder a Sete Benavides y Marcus Cooper Walz y prolongar el idilio del piragüismo balear con los Juegos, acumulando tres ediciones consecutivas con medallas.
Adrián Abadía será el primer saltador olímpico balear (trampolín 3 metros sincronizado) con el aval de su bronce mundialista, mientras que Juana Camilion es estrenará en el revolucionario baloncesto 3x3, donde pueden ser la gran sorpresa y Sergio de Celis aspira a pulverizar su récord de España de 100 libre y vivir finales con los relevos. Jaume Munar llegó a última hora al cuadro de tenis y en Roland Garros no renuncia a nada a la sombra de Nadal.
La singularidad y el exotismo los aporta el único ibicenco en París. El futbolista Omar de la Cruz jugará el torneo de fútbol con la selección de la República Dominicana, calcando las historias de John García Thomson o Mateo Sanz, y buscando dar la campanada en un grupo en el que se verá las caras con España.
Si Balears quiere superar la marca de Río 2016 y aquellas seis medallas, España se ha centrado en rebasar el hito de los 22 metales de Barcelona 92. Valores fijos como Carolina Marín o Adriana Cerezo, los deportes de equipo, las múltiples bazas del piragüismo o la vela, las aspiraciones del atletismo, los sueños en la piscina o las sorpresas que siempre emergen cuando y donde menos de espera permiten soñar con ello en París 2024. Unos Juegos para la historia.