El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha vivido la final del Mundial de Rusia muy a su manera, saltándose el protocolo que se le presupone a un gobernante. La instantánea está dando la vuelta al mundo.
Macron celebró de forma eufórica cada tanto de Francia, poniéndose de pie y agitando los brazos ante la cara de sorpresa del presidente de Rusia, Vladimir Putin, o del presidente de la FIFA, Gianni Infantino.